Todo es distinto a la vez anterior que la vi. Los dirigentes sindicales y trabajadores no salen a mi encuentro para contarme problemas, ahora exaltan resultados. Los campos reverdecen, las plantas paren más y las instalaciones florecen ante un cambio de imagen y condiciones que hacen placentera la labor de mujeres y hombres.
La Empresa Agropecuaria Vladimir Ilich Lenin, del matancero municipio de Jovellanos, subordinada al Grupo Empresarial Agrícola, cerró el 2017 con los mejores resultados de los últimos 15 años: sobrecumplieron los indicadores de eficiencia y el encargo estatal con la venta de 15 mil 526 toneladas de viandas, hortalizas, granos y frutas. Para este calendario planificaron 3 mil 400 más.
Ello es consecuencia de otros métodos y estilo de trabajo logrados con una dirección de jóvenes y profesionales, unido a la experiencia y constancia de los trabajadores, y la introducción de tecnologías que elevan los rendimientos, esencialmente el regadío que abarca el 94 % del área total (las inversiones facilitarán la aplicación eficaz de estas técnicas), la siembra del 95 % del suelo disponible y más de 2 rotaciones de cultivos por año.
Estos elementos resaltaron durante una visita gubernamental del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien al término de su recorrido por Matanzas, manifestó que se llevaba la valiosa experiencia de empresas que estuvieron deprimidas, y que hoy exhiben esplendor y marcan pautas gracias a la audacia y al espíritu de trabajo: la agroindustrial Victoria de Girón, la agropecuaria Vladimir Ilich Lenin, y la Suchel Jovel. “Tres ejemplos que demuestran que la empresa estatal socialista puede ser eficiente”, sentenció.
En el 2015, la empresa Lenin disponía de tres tractores, y en la actualidad tiene 29 que garantizan la preparación de la tierra en óptimas condiciones y en el tiempo necesario para cumplir el plan de siembra en todas las unidades productivas. Además, la Empresa de Talleres Agropecuarios les presta servicios de mantenimiento y reparaciones, según declaró el máster Yunior Acevedo de la Cruz, su director.
Abastecer a la capital
La agropecuaria Lenin fue creada para abastecer a la capital, un encargo que cumple con el envío del 80 % de sus cosechas. Solo el plátano, otrora producto principal de la entidad, ha decaído dada la falta de insumos para combatir la sigatoka, una enfermedad que los elimina; aunque hacen esfuerzos para revivir estas plantaciones aún tienen impedimentos, explicó el ingeniero Osiel Martínez, director adjunto.
Sin embargo, otros cultivos como papa, frijoles, maíz, viandas y hasta la elaboración de carbón vegetal —con altas cotizaciones en el mercado internacional— han cobrado fuerza. El día de nuestra visita, los trabajadores de la empresa estaban incorporados a la cosecha de papa, una práctica que se repite cada vez que hay un pico en la recogida o se demanda de más fuerza de trabajo.
Pagos por resultados
La base productiva en la empresa Lenin es heterogénea: seis cooperativas de créditos y servicios, cinco unidades básicas de producción cooperativa y cuatro unidades empresariales de base, que vinculan sus hombres a los resultados de la producción o al área para ser los verdaderos responsables de cuanto se cosecha en sus predios.
De la satisfacción de los colectivos nos habló Lisandra, la secretaria general del buró sindical, quien reconoce que los éxitos se sustentan en el mejoramiento de las condiciones de trabajo, la aplicación de los sistemas de pago y el cuidado de la salud de los trabajadores.
Yudisley Mora, obrero agrícola responsable del área de la fregat 13, destacó el aumento de los salarios, que están en dependencia de la cantidad y calidad de la cosecha, y afirmó que por algunas de estas como el frijol o la papa ha logrado hasta 7 mil pesos (duran entre tres y cuatro meses para la recogida).
“El finquero tiene que atender un área determinada, somos responsables desde la siembra hasta la cosecha, y en dependencia de la producción tienen un pago. Mi finca es la más cumplidora en la entrega de frijoles; otros años he cobrado más, pues también depende del número de trabajadores vinculados”, puntualizó.
Tecnología espectacular
Solo con modernas tecnologías, la garantía de fertilizantes, plaguicidas y personal calificado pueden lograrse los elevados rendimientos y la calidad de los productos de las casas de cultivos protegidos y semiprotegidos. Son espectaculares aun en los meses más crudos del verano.
Un sistema de regadío computarizado es la novedad. Dice Yanaydis Isacc Rivera, la técnica agrónoma, que la ingeniera en fertirriego lo programa y hace la maravilla sobre los cultivos: ahorra agua y los abonos llegan al lugar preciso. “Nosotros velamos por la correcta aplicación de las medidas fitosanitarias, para evitar así la entrada de plagas o enfermedades”, manifestó.
“Lo más difícil son las altas temperaturas del mediodía, pero se recompensa cuando usted ve los tomates, ajíes, pepinos, las hortalizas de hojas, de elevada demanda en el mercado del turismo y a muy buenos precios. La tecnología es cara, pero rentable, y cosechamos más de 330 toneladas al año”, comentó Gladys García, técnica en Sanidad Vegetal y jefa del módulo.
La reserva está en los rendimientos
Incluso cuando todo es distinto, los principales directivos de la empresa están inconformes con los resultados. Obtuvieron las utilidades planificadas, realizaron ventas por 14 millones 500 mil pesos en el 2017, y ya al cierre de abril acumulaban más de 10 mil pesos.
La gran insatisfacción está en los rendimientos, muchos de los cuales no son bajos, pero no cumplen las expectativas respecto a la calidad de la semillas y las atenciones culturales que se les brindan.
El ingeniero agrónomo Yunior Acevedo detalla dos ejemplos: el mes de febrero fue extremadamente caluroso y la papa no se desarrolló óptimamente en ese tiempo, por lo que superaron el rendimiento previsto para la variedad, mas no el que ellos esperaban: quedó en unas 22 toneladas por hectárea; en el boniato no hubo insumos estables.
“Tres cultivos cuentan con los recursos productivos: frijol, papa y maíz; al resto se les aplican medios biológicos y la tecnología del cultivo, pero los rendimientos quedan por debajo de lo posible.
“Seguimos alternativas como la mejor preparación del suelo, mayor densidad de plantas por hectárea, semillas de calidad y riego cuando lo lleva, así como incorporar más áreas a producir”.
Tampoco disponen de medios de transporte para distribuir las producciones, que contratan con Acopio y Frutas Selectas, además de abastecer directamente a 24 hoteles de Varadero. Urge crear los módulos pecuarios en cada base productiva para mejorar el balance en la dieta de los trabajadores.
En el primer cuatrimestre del año Acopio le debía 8 millones de pesos a la agropecuaria Lenin, y ello dificultaba el proceso productivo, pues sin liquidez no pueden comprar insumos en la empresa de logística. Sin embargo, según los mecanismos establecidos de solicitar créditos al banco, el pago a la base productiva es puntual.
Así, con más beneplácitos que agravios, transcurren los días en esta entidad de Matanzas, en constante transformación, que crece por día, y de la que se esperan todavía mayores dividendos.