La comitiva cubana no recibió las garantías de seguridad que le planteó al Comité Organizador desde meses atrás, lo cual le abrió de nuevo el camino a México en la punta de la tabla de medallas, seguida por las otras dos potencias del área caribeña Venezuela y Colombia.
No obstante, el público boricua respaldó con entusiasmo la gran cita deportiva y según cifras de los organizadores más de un millón de personas asistieron a las instalaciones, algo que no había ocurrido en ninguna de las competencias deportivas anteriores en tierra salvadoreña.
El impacto económico también fue favorable para Mayagüez, mientras el fantasma del dopaje volvió a relucir con cuatro casos positivos entre las casi 600 pruebas practicadas a los deportistas. El éxito de estos Juegos Centrocaribes llevó a los libros nuevas marcas.
Albert Subirats y sus cinco doradas.
El nadador venezolano Albert Subirats fue el protagonista de lujo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, al sacar de las piscinas cinco títulos y guiar a su país al segundo lugar del medallero general, tras la ausencia de Cuba.
La justa boricua resaltó además por las 89 marcas deportivas dejadas atrás, al tiempo que los periodistas volvieron a disparar las acreditaciones con casi mil 500 colegas. “Estos son los Juegos que más respaldo han tenido en toda la historia del deporte en Puerto Rico”, señalaron en la clausura los directivos de la región.
Además de Mayagüez, Venezuela acogió el fútbol, Colombia fue sede del patinaje de velocidad y el esquí náutico, y Guyana del rugby en su primera convocatoria regional, lo cual les benefició porque terminaron ganando esos deportes.
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