Puerto Rico hizo coincidir los 500 años del descubrimiento de su territorio con la decimoséptima edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1993. Con un adelanto de la fecha ocho meses antes de lo previsto, la ciudad de Ponce acogió una cifra récord de países a estas citas, pues un solo miembro de la ODECABE faltó a la fiesta.
La cifra de deportistas sobrepasó los cinco mil y Cuba lideró ampliamente el medallero con 227 doradas, algo jamás logrado por nación alguna en citas multideportivas del mundo. Los Juegos de Ponce depararon cifras récord en casi todos los ámbitos, pues hubo la mayor representación de países participantes (31) y de disciplinas (33), con las novedosas inclusiones del balonmano, kárate y patinaje.
Asimismo, el número de periodistas acreditados fue el más elevado de la historia con 760 informadores, y se repartió una cantidad de medallas superior al cualquier otra edición con 1 164 divididas en 370 de oro, 368 de plata y 426 de bronce.
Los boricuas mezclaron cultura y deporte en la dosis exacta y de lo más disfrutado por ellos clasificó el triunfo del quinteto masculino de baloncesto sobre los cubanos. Por supuesto, el desquite llegaría luego en el béisbol, donde relegamos a la novena local al tercer puesto.
El regreso de Ana Fidelia Quirot
Más allá de los tres récords mundiales impuesto, del centenar de marcas para el certamen, y algunos casos de dopaje detectados, los Juegos en Ponce tuvieron una noticia mayor: el regreso a las pistas de la más grande corredora cubana Ana Fidelia Quirot.
Después de un accidente doméstico, Ana Fidelia reapareció con una medalla de plata que relegó a segundo plano de los periódicos el oro de la surinamesa Leticia Vriesde en las dos vueltas al óvalo. Fotógrafos, periodistas y el pueblo boricua coronó el esfuerzo de la bien llamada Tormenta del Caribe con aplausos y mucho respeto.
“Esta medalla la guardaré con especial cariño, pues representa que he vuelto a la vida nuevamente”, declaró minutos después de la carrera Ana Fidelia. La cita de Ponce había sido compleja y difícil en materia política, pero Cuba brilló y de qué manera.