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El secadero trae sosiego a Camagüeycito

El reinicio de las operaciones del secadero de arroz de Camagüeycito trae sosiego a los productores del cereal en la provincia de Las Tunas, una región que exhibe crecimientos sostenidos de este tradicional alimento, incluido en los programas destinados a la sustitución de importaciones.

Los quemadores vuelven a prender la llama. Foto: Ángel Chimeno Pérez

Roque Luis Ramos Fuentes, director de la unidad empresarial de base Industria y Comercialización del Arroz Camagüeycito, recuerda que en el 2012 se hizo el traspaso oficial de esta instalación a la Empresa Agroindustrial de Granos Las Tunas, pues la misma pertenecía a su homóloga José Manuel Capote, de la provincia de Granma.

Explica que a pesar de su precario estado técnico, el secadero estuvo activo hasta el año 2014, cuando se decidió paralizar sus máquinas para someterlo a una reparación capital, prevista en las inversiones del programa arrocero del país.

Reseña que la rehabilitación alcanzó cubierta, silos, transportadores, sistema eléctrico, máquinas de limpieza, motores, quemadores, la construcción de un laboratorio en el interior de la industria…, casi la totalidad de sus áreas y mecanismos claves recibieron acciones.

Dice Duke que las labores de mejoramiento continúan, pues están inmersos en el montaje de dos nuevos silos con posibilidades de almacenar mil toneladas cada uno y de una báscula digital de 80 toneladas.

Y en los primeros días de este mes de julio comenzó a tratar el arroz cáscara húmeda cosechado con capacidad de 115 toneladas diarias y la posibilidad de prestar servicios a entidades de territorio granmense, por su cercanía al establecimiento.

El secadero simboliza desarrollo en Camagüeycito. Foto: Ángel Chimeno Pérez

En estas extensas llanuras está enclavada la Cooperativa de Créditos y Servicios Juan Evangelista Espinosa, que produce el 80 % del total de arroz que aporta Las Tunas al consumo, y en cuyas tierras hay mil 100 hectáreas plantadas de este grano, y se trabaja para completar las dos mil en el presente año con rendimientos estimados en 4,5 toneladas por hectárea.

La inmensa mayoría de estas producciones recibían esos beneficios en entidades de la Empresa Agroindustrial de Granos José Manuel Capote, de Granma, por lo que son muchas las que reporta ahora en zonas más cercanas a las áreas productoras, porque reduce los costos y el consumo de portadores energéticos.

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