Como uno de los espacios más importantes para poder intercambiar, reflexionar, debatir y actuar en pos de transformar el entorno laboral y fortalecer al sindicato, catalogó Tania Díaz Bermúdez, secretaria general del Comité Provincial de la CTC, el desarrollo de las conferencias municipales XXI Congreso en Camagüey.
Este proceso, una de las etapas previas a la magna cita, concluyó en las tierras agramontinas y permitió, según referenció la dirigente, consolidar el trabajo en las secciones sindicales y vigorizar el accionar en cada centro laboral.
“Durante esta etapa logramos que se hiciera un balance en cada una de las secciones sindicales y que se fortalecieran los ejecutivos con la renovación de buena parte de los dirigentes de base y ratificación de otro tanto, de forma democrática y participativa.
“Los trabajadores pudieron plantear sus dudas, sus problemáticas, pero también aportaron al quehacer del trabajo sindical y patentizaron así su compromiso con el pueblo para sortear las dificultades económicas”.
En cuanto a las principales temáticas abordadas por los más de 200 mil trabajadores agramontinos preponderaron los relacionados con “el papel del sindicato en el contexto actual como garante y representante de los trabajadores, señaló Díaz Bermúdez.
“En ese sentido se hizo énfasis en la relación con la administración, en la necesidad de una mejor preparación de las asambleas de afiliados, las cuales, si juegan el rol que les toca, el colectivo se siente representado y no percibe que va a perder el tiempo.
“Por lo tanto se abogó por un mejor funcionamiento del ejecutivo sindical, por mejorar la calidad de las reuniones, así como la discusión de temas que interesen a los trabajadores”.
La correcta aplicación de sistemas de pago, el salario, el combate al delito y la corrupción, la afiliación en los trabajadores por cuenta propia y la vinculación con los mismos fueron otras aristas abordadas por los camagüeyanos.
Otro tema debatido fue el cumplimiento de los planes productivos, con el aporte que pueden hacer los colectivos a la siembra de caña, de alimentos de ciclo corto, “algo que tuvimos que potenciar tras el azote del huracán Irma al territorio.
“Más de 6 mil trabajadores fueron afectados en Camagüey, por lo que el movimiento obrero no se podía quedar de brazos cruzados y colaboró con la siembra y con la construcción de viviendas, experiencias que quedaron evidenciadas en las conferencias municipales y que marcaron el ritmo de cumplimiento de las inversiones que se ejecutarían de cara al 26 de Julio y protagonizadas por nosotros mismos.
“Las asambleas han sido un espacio más de reflexión. Han facilitado un mayor intercambio con las administraciones, con las direcciones políticas del territorio y por ende mayor vinculación con la base.
“Aún queda mucho por hacer, deficiencias por resolver, pero por lo general hemos logrado un compromiso unánime de transformar y de defender la empresa estatal socialista; de buscar dirigentes sindicales con una mentalidad más fresca, con valores fortalecidos.
“Solo queda actualizar nuestra estrategia de trabajo, estrechar la relación con los colectivos, porque si este participa y se siente dueño de sus medios y de su centro de trabajo, puede transformar la realidad y ganaremos en eficiencia”.
