La efectividad de los dirigentes sindicales de base será esencial en el propósito de conseguir el máximo posible de eficiencia y calidad en la industria del ocio cubana, urgida de altos desempeños en un contexto en que en el país se registra un descenso en el arribo de visitantes extranjeros.
“Solo así podrá lidiarse con los negativos efectos de esa disminución”, consideró Víctor Lemagne Sánchez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo.
“Nunca como ahora es más decisivo el uso racional de los recursos, el ahorro, la sustitución de importaciones, la recuperación de equipos, y la reducción de costos y gastos sin dañar la calidad de los servicios”, remarcó el dirigente, al evaluar los desafíos de esa organización en el período de su Segunda Conferencia Nacional.
El desempeño cualitativo de los trabajadores ha sido uno de los asuntos más debatidos en las conferencias municipales y las siete ya realizadas en todo el país, significó Lemagne Sánchez, espacios donde también han sido muy examinadas cuestiones relacionadas con el funcionamiento orgánico, algo “que vive un momento de franco fortalecimiento de las estructuras sindicales”.
Mencionó cuatro aspectos definitorios de la dirección estratégica en el accionar del sindicato: la reunión del ejecutivo, las asambleas de afiliados y de representantes, los activos y la participación del secretario general en los consejos de dirección.
“Se necesita la correcta articulación de cada una de esas etapas, lo que debe permitir no solo plantear los asuntos, sino proponer soluciones, en correspondencia con lo que se requiere”.
En la cita, los días 16 y 17 de noviembre, anunció, efectuaremos talleres sobre el papel del sindicato en la economía; además de destacar a un sector que contribuye al encadenamiento productivo de otras esferas vitales para el país. “Enfatizaremos en las empresas mixtas, los hoteles con contratos de administración, el comportamiento de la actividad no estatal y la atención integral al trabajador, lo que posibilitará llegar a las sesiones de La Habana con un balance más integrador”.
Insatisfacciones con el transporte obrero y los uniformes descuellan en la lista de reclamos de un sector necesitado de mejor gestión a lo interno de las instalaciones, algo determinante en lo perentorio de lograr calidad en las prestaciones de servicios, al igual que en la protección al consumidor en las entidades integrantes de la Osde Campismo Popular, y las empresas nacionales de Caracol y Palmares, por su vínculo directo con la población.
Sin embargo, afirmó, sigue saliendo la problemática de los salarios como una de las mayores preocupaciones, así como el pago por resultados establecidos en la Resolución 6, una normativa que a juicio de Lemagne está afectada en su implementación por causas objetivas y subjetivas. “De aplicarse mejor, los resultados pudieran ser superiores”, acotó.
Apuntó que aunque el salario promedio ha crecido, continúa como el de menor cuantía en la esfera empresarial, y significó el hecho de que el turismo figure entre los cuatro grupos más bajos de la escala de complejidades establecida en el sistema salarial de la nación.
Pese a planteamientos por resolver y a limitaciones reales, se impone, instó, el compromiso de lograr mayor contribución al país desde los ingresos por concepto de exportación de servicios, dadas las reservas existentes aún en la captación de divisas.
Consideró la temporada de verano un momento clave en las pretensiones de aumentar los ingresos y la calidad en la atención al turismo local, que tanto lo merece. “El servicio debe estar a la altura de la hospitalidad que caracteriza a nuestro pueblo”, exhortó.
Lemagne Sánchez llamó a respaldar participativamente el proceso inversionista previsto en los diferentes destinos de la Mayor de las Antillas, y a seguir dando prioridad a la recuperación de habitaciones, todo con el propósito de aumentar la capacidad hotelera y las ofertas extrahoteleras.
Destacó los movimientos emulativos especiales impulsados por el sindicato y destinados a saludar aniversarios cerrados como los 325 de la ciudad de Matanzas, los 200 de Cienfuegos, el 65 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y los 500 de la fundación La Habana.