Raúl Abreu Martín, estudiante de Periodismo
Después de la sorpresiva eliminación del actual campeón, Alemania, la decepción más grande de la Copa del Mundo es la temprana despedida del subcampeón de hace cuatro años. Además la albiceleste dejó una imagen de juego pobre en las canchas rusas. ¿A qué se debe esto?
Nunca comprendimos que esperaba obtener con sus planteamientos. Las primeras dudas llegaron cuando conocimos la lista de convocados: Icardi no estaba. El mejor nueve argentino no viajaría a Rusia, esa posición era para Agüero e Higuaín.
Sus alineaciones sorprendieron aún más. Banega, distribuidor de juego en el Sevilla español, debutó en el tercer partido como titular. Dybala, segunda figura de la albiceleste, solo jugó media hora contra Croacia. En un torneo tan corto, tienen que jugar los mejores desde el principio. No hay tiempo para experimentos.
La titularidad de Meza, de Salvio, la no presencia de Lo Celso en ningún partido y la escasísima participación del mencionado Dybala; son los principales errores en las alineaciones propuestas por Sampaoli.
La defensa
Cuatro partidos, nueve goles encajados. La fragilidad defensiva del conjunto argentino es evidente al revisar estos números. Errores de concentración, de marca y planteamientos inentendibles del DT, como jugar con línea de tres frente a la talentosa Croacia, lastraron las posibilidades albicelestes en Rusia.
El mediocampo
Mascherano no está para ser titular. Esa posición debió ser para Banega, Biglia o Lo Celso, que juegan en Europa, fútbol de primer nivel. Pesó más la historia que el momento deportivo en decisiones como ésta. Corto de ideas y perdido en muchas ocasiones, no supieron combinar con los delanteros para generar peligro.
Messi
La presión de un país es demasiada para él. Acostumbrado a la burbuja Barça, Argentina es estresante. Tiene mucha responsabilidad, cuando las cosas van mal, todo es culpa de él. Se espera que lo solucione todo, como hace en su club. ¿Por qué no lo hace? Está acostumbrado al estilo Barça y a toda la atmósfera que lo rodea en Cataluña.
Cuando el 10 despertó, era un poco tarde. Logró marcar frente a Nigeria en el partido clave de Argentina, pero la soledad que sintió contra Francia es imperdonable. Otra vez Sampaoli. Puso a Lio de delantero centro. Su tendencia es buscar balones, y al hacerlo dejaba el área vacía. A su alrededor, di María y Enzo Pérez. Pocas bolas le llegaron. Cuando entró el Kun, Messi le puso un gol en la cabeza.
El máximo culpable es “Sampa”. Nunca entendí sus planteamientos ni sus decisiones. Si sigue en el cargo, que ponga a los mejores a jugar juntos, que la selección es más grande que los egos de sus convocados. Si no, que su sucesor tenga valentía para afrontar el reto de dirigir a la Argentina post-Messi, pero con Dybala. Habrá que esperar a 2022.