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La Habana, capital del circo iberoamericano

Casi 20 países en competencia, de América, Europa y Asia hacen del Festival Internacional Circuba el más importante del continente, y uno de los más prestigiosos y antiguos del mundo.

Toda esta semana seguirán presentándose en la carpa Trompoloco, sede del Circo Nacional de Cuba, los números en competencia de un certamen que atrae cada año a miles de espectadores.

En el espectáculo inicial, este domingo, se presentó una selección de números ya aplaudidos por el público en estas competencias, y contó con la participación especial de la compañía Havana.

Esta agrupación es la máxima ganadora de estas competencias en los últimos años, y ha alternado con artistas de gran prestigio internacional.

Hasta el jueves alternarán los dos espectáculos en competencia, en los que participan más de dos decenas de números que optan por varios premios que entregará un jurado internacional.

El viernes se darán a conocer los galardones de esta edición.

Después de las presentaciones en La Habana, Circuba iniciará una gira de verano por varias ciudades del país.

Buena salud

Pasan los siglos y el circo sigue siendo un arte eminentemente popular.

Mucho se ha hablado sobre la necesidad de renovación del arte circense en Cuba. Algo se ha hecho en los últimos años. Pero todavía las potencialidades están por encima de las concreciones.

Este país cuenta con una Escuela Nacional de Circo, prácticamente la única de su tipo en el continente.

Allí se forman profesionales con excelentes condiciones técnicas, hasta el punto de que muchos de nuestros artistas integran los elencos de las más importantes compañías del mundo.

Pero el nivel conceptual y estético de los números está todavía demasiado marcado por concepciones antiguas, superadas hace tiempo por los artistas de la vanguardia circense universal.

Sigue faltando también, en buena medida, la integración contundente de otras artes.

La tensión del público ante la dificultad y el riesgo de un número es consustancial al arte circense. Pero eso ya está garantizado aquí: a nuestro circo le sobra adrenalina y virtuosismo técnico… le vendría bien más poesía y vuelo metafórico.

La buena noticia es que Circuba goza de excelente salud. Habrá circo para rato, en La Habana y en todas partes. El reto es que sea cada vez un circo mejor.

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