La inquietud recurrente del sindicalista Pedro Pérez Francisco sobre la penalización del salario en contradicción con el esfuerzo y los acertados volúmenes de producción en su centro de trabajo, constituyó uno de los asuntos económicos más debatidos en la Conferencia XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, en el municipio cabecera de la provincia de Ciego de Ávila.
No cumpliremos los planes de construcción de viviendas sobre la base de una producción totalmente industrial, tenemos que diversificar también las industrias locales, expresó Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba. Foto: José Luis Martínez Alejo
“Ni el sueldo básico podemos devengar, hace cinco meses estamos en la escala de los 260.00 pesos, por eso cambiar de año fue fatal porque se fue al piso la economía de nuestra entidad”, enfatizó Pedro. “Comenzamos un 2018 torcido”, reconoció José Antonio Martínez, director de la Empresa de Producción de Materiales, perteneciente al Poder Popular, quien argumentó: “no tenemos asignación de árido fino, el grueso que procesamos enfrenta un proceso manual que encarece los costos, para obtener un metro de polvo de piedra hay que moler 1.3 de árido…”.
El miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, reflexionó al respecto: “Resulta ilógico que de un año para el otro una empresa, que mantenga su estructura productiva y no se le inyecte ningún tipo de mejora tecnológica, tenga un sustantivo resultado negativo en el costo por peso de producción que impacta en el ingreso salarial del colectivo. Eso lleva un estudio técnico en la normación y la organización del trabajo”.
Se conoció que la planificación incoherente del gasto de salario por peso de valor agregado bruto, es una de las causas. “No ha existido la exigencia fuerte ni la agilidad necesaria para darle solución a problemas subjetivos en una empresa que fue ejemplo para sus homólogas en el país”, dijo Carlos de Dios Oquendo, máximo dirigente sindical de los constructores cubanos.
Eva Jardines habló sobre las principales “puntadas” que le faltan a la unidad avileña de confecciones textiles Trébol, donde ha crecido el ausentismo laboral. Foto: José Luis Martínez Alejo
Puntada a puntada, como en los talleres de Confecciones Trébol, Eva Jardines detalló en la plenaria que el ausentismo ha ascendido al 12 por ciento en su unidad, lo cual incide en el medio millón de pesos que le han dejado de aportar a la economía hasta la fecha.
“El 4,6 % de las ausencias –ejemplificó– corresponde a las costureras que devengan 350.00 pesos mensuales, quienes son las más desmotivadas porque no nos quieren autorizar el pago con carácter retroactivo en CUC, cuando logramos recuperar la producción planificada al cierre de cada trimestre”.
Arturo Rodríguez Font, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias, argumentó que el “dominó” no está cerrado en esa gestión. Tres empresas de la rama reciben el beneficio, pero no ha sido aprobado para las de la Industria Ligera.
Por su parte, Ramil Contreras Muñoz, quien fue ratificado secretario general de la CTC en el municipio de Ciego de Ávila, coincidió en la urgencia de mover mejor la ficha de costo en la producción local de materiales de construcción, y propuso adoptar el acuerdo de dar respuesta a la preocupación del delegado Pérez Francisco, en la Conferencia Provincial de la CTC programada para septiembre.
