Amalia Ramos Ivisate
Diversos medios de comunicación han coincidido en señalar que los comicios del próximo domingo en México serán los más grandes y caros en la historia de la nación azteca, pues los cerca de 88 millones de electores llamados a las urnas escogerán, junto al presidente 65 de la República, a otros 18 mil puestos públicos en instancias federales o locales.
El país —marcado por las presiones de Estados Unidos, la corrupción y una violencia reflejada en los más de 100 políticos asesinados durante la carrera electoral— es uno de los pocos de América Latina que no establece un mínimo de votos para ser elegido, por lo cual descarta la segunda vuelta. Con esa peculiaridad, y el estreno de candidatos sin afiliación a ningún partido, la participación de una docena de millones de jóvenes que aún permanecen indecisos podría definir el resultado.
Cuatro pretendientes se disputan la presidencia. Encabeza la lista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la coalición Juntos Haremos Historia, formada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con los partidos del Trabajo y Encuentro Social; le sigue Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, creada por los partidos de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y el Partido Acción Nacional; luego José Antonio Meade, postulado por la coalición Todos por México, del gobernante Partido Revolucionario Institucional, con los partidos Nueva Alianza y Verde Ecologista de México; y por último, Jaime Heliodoro Rodríguez, alias El Bronco, independiente, gobernador de Nuevo León.
López Obrador, favorito según las encuestadoras y redes sociales, es una figura bastante conocida en el escenario político mexicano. Iniciado en el Instituto Nacional Indigenista de Tabasco, llegó a dirigir el Distrito Federal (2000-2005). Se presentó a las presidenciales del 2006 y el 2012, sin resultar ganador. Su etapa al frente del Gobierno capitalino trascendió, sobre todo, por la disciplina financiera y una amplia política social, cuyo programa más recordado es el de apoyo a adultos mayores.
AMLO, como se le identifica comúnmente al aspirante de 64 años, aventaja en alrededor del 20 % a Ricardo Anaya, su rival más cercano. De acuerdo con especialistas, su éxito radica en la necesidad de cambio que habita en la sociedad mexicana, castigada por la desigualdad, corrupción y violencia.
Remediar esos males ha centrado la propuesta del politólogo tabasqueño, a lo que ha sumado su preocupación por fomentar una mayor presencia del Estado en la economía para fortalecer el mercado interno. Según el diario The New York Times, “después de dieciocho años de prepararse para este momento, Andrés Manuel López Obrador se encuentra frente a una oportunidad histórica”.
El medio digital mexicano Publímetro definió algunos de los desafíos del país para los próximos 6 años, gane quien gane, entre los que está implementar la Agenda 2030, que implica erradicar la pobreza; hacer funcionar el Sistema de Justicia Penal aprobado en junio del 2016; renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con un Estados Unidos hostil; dar continuidad a la Reforma Anticorrupción y hacer frente a la inseguridad.
Material Relacionado
