El actual jefe de Estado en Turquía, Recep Tayyip Erdogan, del partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), triunfó en las elecciones presidenciales que tuvieron lugar este domingo, para las cuales fueron habilitados unos 56 millones de ciudadanos.
Con el 90 % de los votos escrutados se difundió que Erdogan obtuvo un 53 % de apoyo, muy cercano al porcentaje del 2014 cuando llegó a la presidencia por primera vez, y que lo libró de tener que acudir a segunda vuelta, opción por la que había apostado la oposición.
La jornada también le resultó favorable en las parlamentarias donde se discutían 600 cupos. La coalición formada por el AKP —43 % de los votos y 297 escaños— y el Movimiento de Acción Nacionalista —51 escaños— aventajó a las restantes. La coalición opositora quedó en segundo lugar —33,8 %— y el Partido Democrático de los Pueblos superó el umbral del 10 % de votos, lo que le permitirá contar con al menos 64 diputados.
Luego de estos comicios entrará en vigor la reforma constitucional de 2017, que abolió la figura del primer ministro, por lo que Erdogan será jefe de Estado y de Gobierno. Tendrá además la potestad de nombrar a gran parte de la cúpula de la Judicatura y promulgar leyes por decreto, aunque el Parlamento puede anularlas.
Recep Tayyip Erdogan nació en 1954 en Estambul. Procede de una familia cuyos orígenes se hallan en Batumi, pueblo georgiano cercano a la frontera con Turquía. Economista de carrera, entre 1994-1998 fue alcalde de Estambul. En el 2001 fundó el AKP con el cual ha resultado vencedor en todas las contiendas desde las parlamentarias del 2002.
Entre marzo del 2003 y agosto del 2014 fue primer ministro, y desde esa fecha ocupa la presidencia de Turquía.
Varias fuentes coincidieron en destacar que estos fueron uno de los comicios de más alta participación en la historia del país —87 %—, si bien en la última década este índice nunca ha bajado del 80 por ciento.
