Por Roberto M. López de Vivigo
A veces, solo a veces, la justicia brilla en el fútbol. Japón y Senegal empataron a dos en un partido que ambos buscaron con todo, aunque los asiáticos fueron un poco superiores. Los de la tierra del Sol Naciente manejaron más y mejor la Telstar, pero los africanos tuvieron una tremenda efectividad.
El comienzo resultó muy favorable para Los Leones de la Hospitalidad. Sadio Mané, como siempre en el momento y lugar indicados, aprovechó el mal rebote de Eiji Kawashima y anotó al minuto 10.
A partir de ahí, los nipones tuvieron la posesión gracias al excelente manejo de Shinji Kagawa, Takashi Inui y Gaku Shibasaki. Precisamente, el jugador del Real Betis le metió rosca a la esférica para apuntarse un golazo al 33.
El partido no tuvo cambios tácticos sobre el césped y Japón seguía dominando, con una Senegal que creaba peligro al contragolpe. Al 70 Moussa Wagué fue mucho más rápido que el lateral Yuto Nagatomo y puso en ventaja a los suyos. Inmediatamente después, al 77, Keisuke Honda empató el choque, gracias al error del cancerbero Khadim Ndiaye. El marcador no se movería más.
“Fue un partido difícil y siempre sabíamos que iba a ser difícil. Sabíamos que Senegal no era un equipo con el que pudiéramos ganar fácilmente, pero el equipo estuvo tranquilo después de encajar goles y fue positivo, no perdimos la fe para empatar dos veces”, dijo el seleccionador japonés, Akira Nishino.
El técnico senegalés,Aliou Cisse, dijo por su parte: “Debemos reconocer que esta noche no vimos un gran espectáculo senegalés en comparación con el partido contra Polonia. No fuimos francamente buenos, y Japón fue el mejor equipo, tengo que admitirlo”.