En la asamblea de análisis del documento Bases para el Fortalecimiento de la Misión del Movimiento Sindical Cubano, previa al XXI Congreso de la CTC, la emulación socialista, incluidos sus instrumentos de estimulación, fue el tema más debatido por los integrantes de las secciones sindicales Comercial y Atención al Cliente, ambas pertenecientes a la Empresa Comercializadora de Petróleo y sus Derivados (Cupet) en Las Tunas.
Al principio me llamó la atención el silencio, mientras Rosa Julia Palomino, la secretaria general del Buró Sindical, invitaba al intercambio sobre asuntos vitales como la política de cuadro, el funcionamiento orgánico, la calidad de los servicios y su impacto en la imagen de la entidad y otros de los 53 asuntos contenidos en el texto.
Pero el silencio también emite mensajes. Lo aclaró la afiliada Lidia Calderón al señalar que esos son problemas resueltos en la entidad por la armonía en el funcionamiento del sindicato y las atenciones de la dirección administrativa a los planteamientos de los trabajadores, pero “hay cuestiones que merecen la atención del Congreso”, enfatizó.
En ese sentido refirió la necesidad de pronunciamientos en torno a la habilitación de horarios en centros de prestación de servicios que les posibilite a los trabajadores hacer gestiones sin la necesidad de infringir la disciplina laboral.
En tanto, Rosa Julia Palomino, la secretaria general del Buró Sindical, mostró inconformidad con el tratamiento que reciben los indirectos a la producción, pues en el reglamento emulativo se les niega el derecho de ser seleccionados vanguardias de centro, y recalcó la importancia de sus aportes a los procesos de la producción y los servicios.
La propia Rosa Julia reclamó, en nombre de sus representados, crear condiciones o normativas que les faciliten a los trabajadores la adquisición de materiales de la construcción y otros recursos que son expendidos mientras la mayoría de la gente trabaja, y entonces los “especuladores” los acaparan para revenderlos a precios exorbitantes.
Otro planteamiento que los asistentes aclamaron fue el realizado por José Luis Mora, que invita a reevaluar la decisión que traspasó las villas de los trabajadores a las empresas de alojamiento, la cual mutiló una herramienta importante para la estimulación y cuyas ofertas están distantes del poder adquisitivo de los trabajadores.
Y esos reclamos me parecen coherentes con la actual coyuntura requerida de buscar resortes de motivación que combinen inteligentemente premios materiales y espirituales, que compulsen el entusiasmo en época de muchas carencias materiales.
No se trata de condicionar la participación a esos reconocimientos, sino de disponer de formas que permitan aliviar tensiones y devengan, también, objetivos para mayores aportes.
Sobre el tema María Antonia Amado Fajardo, miembro del Secretariado de la CTC en la provincia, alertó sobre la necesidad de ser consecuentes con los reclamos del momento histórico y recordó el principio de que todas las inquietudes serán atendidas como ha proclamado el movimiento sindical.