SANTIAGO DE CUBA.–Dos intensos días de intercambio con los santiagueros en disímiles escenarios de valor en lo económico, lo social y lo ideológico motivaron que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, expresara este jueves a un grupo de dirigentes de la heroica provincia: «Nos vamos con la convicción de que (…) a los santiagueros, y también a Cuba, les espera la victoria».
En la sede del Partido Provincial, a teatro lleno, el mandatario compartió conceptos alusivos a los métodos y estilos de trabajo que deben distinguir a quienes en la Cuba actual tienen la difícil pero salvadora responsabilidad de dirigir al pueblo, de tomar decisiones o de interpretarlas. Lo hizo acompañado del primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Salvador Valdés Mesa, del primer secretario del Partido en la provincia, Lázaro Expósito Canto, de la vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Beatriz Johnson Urrutia, así como de varios ministros y viceministros.
«Nosotros nos llevamos muchas experiencias de trabajo –dijo el Jefe de Estado al valorar la visita–, cosas que me parece hay que socializar a nivel de país y que hay que implementar con alto impacto en la economía de las localidades, con alto impacto en la población».
Al hablar de pautas necesarias para el trabajo, el mandatario expresó que la intervención realizada por el General de Ejército y Primer Secretario del Partido Comunista, el compañero Raúl Castro Ruz, durante la sesión constitutiva de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, es un discurso programático: Ahí hay muchos temas, afirmó, que deben conducirnos a la manera en que debemos actuar en las condiciones actuales.
El mandatario recordó entonces que uno de los temas ampliamente abordados en su discurso por el Primer Secretario del Partido fue el de la política de cuadros. Raúl hizo hincapié en aquel momento en la necesaria participación de las mujeres en cargos importantes de dirección, e hizo valiosas reflexiones sobre la actitud que debe caracterizar a quienes tengan alguna responsabilidad.
A propósito Díaz-Canel enfatizó en que una de las principales cualidades que deben tipificar a un dirigente nuestro es «la sensibilidad por todos los problemas que está viviendo el país, y sobre todo la sensibilidad y la entrega a la solución de los problemas que la gente tiene».
«No podemos demorar respuestas, y no podemos demorar soluciones. A todo lo que tenga solución hay que encontrarle la solución para no acumular problemas, para no acumular incomprensiones, para que la gente no esté desorientada con las cosas que se están viviendo y con la manera en que se están tratando», añadió el Presidente.
Es muy importante, destacó, atender las quejas de la población, sus insatisfacciones, y tener como un principio fundamental de trabajo la vinculación con la gente, con la base.
Otra premisa insoslayable, según reflexionó el mandatario, es el chequeo sistemático a los programas fundamentales que deciden la vida económica, social e ideológica del país, y que en todo cuanto se haga prime la voluntad de intercambiar con la población.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros hizo alusión a unos 18 programas de importancia para Cuba, los cuales han sido identificados y definidos en aras de que puedan conjugar el trabajo de todas las entidades implicadas. Igualmente hizo referencia a la importancia de explicar con transparencia sobre todo cuanto se viene haciendo, pues es muy bueno que la sociedad conozca sobre lo que el país emprende. Se trata de un estilo, comentó Díaz-Canel, que no es nuevo, pues es parte «de lo que nos enseñaron Fidel y Raúl».
La rendición de cuentas, sin autocomplacencia, de los organismos y entidades a todos los niveles, la sistematicidad, hacerlo todo lo mejor posible, y hacerlo sostenible, fueron otras premisas enumeradas y explicadas por el Jefe de Estado, quien al hablar de sostenibilidad puso el ejemplo de cómo los santiagueros han ido reanimando múltiples lugares sin perder de vista que puedan perdurar.
Si reanimamos un centro, acotó, que sea mejor que el que existía; si hacemos viviendas, que sean mejores que las que tenían las personas destinadas a beneficiarse. El ahorro y concebir las inversiones con sumo cuidado, fueron otras premisas destacadas por el mandatario.
Sobre los problemas, habló sobre la necesidad de acostumbrarnos al hecho de que ninguno es sencillo, por eso la solución no se dará a través de una sola variante, además de que, como dijo Díaz-Canel, nadie tiene la verdad absoluta en sus manos porque esta nace entre el pensamiento y la praxis de muchos.
Los dirigentes tienen que buscar espacios para comunicarse con la población y hacerlo con honestidad, con sinceridad, buscando dónde están los problemas, las trabas, dijo el Presidente, quien también habló sobre la necesidad de crear una cultura de acudir, para encontrar soluciones, a herramientas como la investigación científica y la innovación.
El país vivirá momentos trascendentales en el ámbito ideológico. Así valoró el Presidente cubano al proceso de reforma constitucional que incluirá el debate popular en aras de perfeccionar la propuesta que presente la comisión presidida actualmente por el General de Ejército. «Ahí todos debemos de ser activos para propiciar ese debate, para ver qué se perfecciona», exhortó Díaz-Canel. La celebración del 26 de Julio, conmemorar los 150 años del inicio de nuestras guerras de independencia, y esperar otro aniversario de la Revolución, fueron mencionadas por el Jefe de Estado como indudables motivaciones para los santiagueros y todos los cubanos. Sentir las fechas, dijo Díaz-Canel, será mucho más que contar aniversarios: hay que meditar sobre nuestras raíces, sobre la identidad y las razones de cada batalla.
Al concluir el encuentro y salir del edificio, el Presidente encontró a un pueblo que se había ido congregando desde hacía horas para poder saludarle. Antes de partir a otras tareas cruzó la avenida para saludar a un mar de santiagueros que le extendieron expresiones de compromiso y apoyo a la Revolución. «Confío en usted», le gritó alguien. En medio del calor abrasador y de las pasiones, terminó esta visita que Díaz-Canel dejó abierta, mirando a otros encuentros que vendrán.
El día había comenzado con la visita del mandatario a la nueva terminal portuaria que se construye en la provincia. Acompañado del ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, y de otros dirigentes, Díaz-Canel constató la situación actual de la inversión de esta terminal multipropósito que ya está al 75 % de ejecución.