Roberto M. López de Vivigo
El castillo de naipes sigue derrumbándose en las jornadas iniciales de cada grupo. La majestuosa construcción de ladrillos candidatos al título recibió un catapultazo japonés que derribó 2-1 a la Colombia de Pekerman, Falcao y James.
Cualquier planteamiento táctico pensado desde hace meses tiene muchas posibilidades de ser efectivo cuando se enfrenta a un rival inferior, pero si los sudamericanos pensaron aplicar alguna estrategia, Carlos Sánchez la desbarató a los tres minutos con una mano en el área para evitar un gol cantado y por supuesto, expulsión de manual. La primera roja de los cafeteros en Mundiales y la segunda más rápida de la historia. Shinji Kagawa adelantó a los asiáticos en el inició perfecto que nunca soñaron. Con uno de más el barco del Sol Naciente iba viento en popa y a toda vela.
Colombia se repuso y salió a ganar el partido como si sobre el terreno continuaran con once. Radamel Falcao, al fin debutaba en la cita futbolera más importante del orbe, sacaba la cara, y precisamente él, provocó la falta muy cerca del área. Juan Quintero anotaba el empate disparando por debajo de la barrera al 38. El gol premiaba a una selección que tras la entrada de Wilmar Barrios por Juan Guillermo Cuadrado se había oxigenado.
Con el marcador 1-1 fueron al descanso, 15 minutos que parecieron energizar a los asiáticos, que buscaron con todo la victoria en el segundo tiempo. David Ospina no descansó parando balones hasta el 72. Yuya Osako remató luego de un córner dando la ventaja definitiva a los suyos.
La entrada de James Rodríguez, no pudo salir de titular por fatiga muscular, al 58 por Quintero, no fue suficiente para Colombia, que tendrá que golpear con todo a Polonia y Senegal, en una de las llaves más parejas del Mundial Rusia 2018.
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Estudiante de Periodismo.