La paz será el principal reto que deberá enfrentar Colombia luego que este domingo Iván Duque, del partido Centro Democrático, se alzara con el triunfo en la segunda vuelta de las presidenciales en la nación suramericana.
La implementación del Acuerdo de Paz con el ex grupo insurgente Farc-Ep, ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), fue pospuesto en muchos aspectos, a lo cual habría que sumar el incremento de la cifra de líderes sociales y excombatientes asesinados en los últimos meses: más de 90 solo este año.
Iván Duque, quien asumirá el cargo el venidero 7 de agosto y gobernará hasta el 2022, ha expresado su desacuerdo con parte del Acuerdo firmado en La Habana en el 2016, lo cual podría tener como efecto colateral la congelación de las negociaciones iniciadas por el Gobierno del saliente Juan Manuel Santos con el Ejército de Liberación Nacional, fuerza aún insurgente en varias regiones colombianas.
Otro de los desafíos pronosticados al nuevo mandatario serán el combate al narcotráfico y la corrupción. Para hacerles frente Duque ha propuesto darle continuidad a la “política de mano dura” de su tutor, Álvaro Uribe Vélez.
A pesar de haber sido el perdedor de la jornada, Gustavo Petro, del Movimiento Colombia Humana, tiene motivos para alegrarse pues vio crecer su apoyo a nivel nacional y en Bogotá obtuvo la mayoría de los votos.
Al balotaje acudió 52 % de los más de 36 millones 200 mil colombianos habilitados para votar.
Avanzada la jornada habían sido denunciadas más de 400 irregularidades en el proceso electoral, cifra inferior a la registrada en los comicios del 27 de mayo, que fue 1239 denuncias. En algunas regiones, los pobladores denunciaron amenazas y pidieron acompañamiento policial durante los comicios.
Material Relacionado
