La industria azucarera en el municipio camagüeyano de Sibanicú es un logro que hay que mantener, por lo que la atención al trabajador y la estimulación son esenciales para motivar el cumplimiento del plan, aseveraron los delegados del sector durante la Conferencia Municipal de la CTC en ese territorio, previa al XXI Congreso de la organización obrera.
“Durante la zafra azucarera el salario bajó debido a las materias extrañas y la mala calidad del producto, por lo que nos dimos a la tarea de iniciar un movimiento emulativo. A pesar de que muchos trabajadores se fueron esto permitió que se cumpliera el plan de azúcar”, explicó Yosbanis Nieves Estrada, secretario del buró municipal azucarero.
El salario está relacionado con la capacidad productiva, algo que comprenden los trabajadores, por lo que buscaron materia prima de otros lares para no detenerse. No obstante, para Orestes Rodríguez, de la industria Siboney, un poco más, y mejor, de estimulación material y espiritual los guiaría a enfrentarse con más deseos a las complicaciones y dificultades de estas producciones.
“El dirigente sindical debe ganar protagonismos y cambiar maneras de actuar para que el trabajador no sienta esa necesidad de irse de su puesto de trabajo”, apuntó Saimí García Guerra, educadora.
Relacionado con esta realidad está la vinculación de los cuadros con la base, elemento esencial a la hora de llegarle directamente al obrero y de mostrarle que sí está siendo representado. “Esa es una debilidad que tenemos, por lo que al dirigente sindical hay que enamorarlo, capacitarlo, pero tiene que recibir apoyo de la administración. La sección sindical tiene que ser el motor impulsor de los centros laborales”, acotó Odalys Pérez Sánchez, de la pesca.
“Es por ello- señaló Nivaldo Cardoso González, secretario del PCC del municipio- que la tarea principal es provocar en los trabajadores sentido de pertenencia con su empresa y es en las asambleas donde se educa en esa idea de que participen conscientemente”.
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