El acuerdo firmado este martes por Kim Jong-un y Donald Trump tras su histórica reunión en Singapur incluye, entre otros puntos, el compromiso de trabajar para la desnuclearización total de la península coreana y buscar nuevas relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
En el documento, el líder norcoreano y el jefe de la Casa Blanca establecen en cuatro puntos los objetivos de futuras rondas de negociaciones, el primero de ellos que Washington y Pyongyang “se comprometen a establecer nuevas relaciones en conformidad con el deseo de paz y prosperidad de los pueblos de ambos países”.
Además, que “unirán sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la península de Corea” y que, “reafirmando la Declaración de Panmunjom del 27 de abril de 2018, la RPDC se compromete a trabajar hacia la desnuclearización completa de la península de Corea”.
Por último, ambas partes “se comprometen a recuperar los restos de los prisioneros y los desaparecidos en guerra, incluida la repatriación inmediata de los ya identificados”.
En esta cuestión, el acuerdo apunta a realizar la búsqueda de los restos de los soldados de EEUU que fallecieron o desaparecieron durante la Guerra de Corea, entre 1950 y 1953, y proceder a una rápida repatriación de los ya identificados.
El documento señala que ambos mandatarios tuvieron “un intercambio de opiniones amplio, profundo y sincero sobre los temas relacionados con el establecimiento de nuevas relaciones entre EEUU y la RPDC, y la construcción de un régimen de paz duradero y sólido en la península coreana”.
Agrega que el presidente Trump “se comprometió a proporcionar garantías de seguridad a la RPDC”, y Kim Jong-un “ratificó su firme e inquebrantable compromiso de completar la desnuclearización de la península de Corea”.
Trump calificó el documento de “bastante completo” y aseguró que el proceso de desnuclearización en Corea del Norte empezará “muy rápidamente”, mientras que el líder norcoreano destacó que ambos mandatarios han decidido “olvidarse del pasado” tras las conversaciones del martes en Singapur, subrayando que “el mundo verá un cambio importante”.
El acuerdo fue saludado por la comunidad internacional. El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, calificó de exitosa la cita bilateral. “Quiero expresar el mayor de los elogios ante el valor y la determinación de los dos líderes, a la hora de no conformarse con una realidad ya caduca y familiar y apostar por dar un paso arriesgado hacia el cambio”, dijo.
De acuerdo con un comunicado de la oficina presidencial, Moon subrayó que el acuerdo de Sentosa del 12 de junio será recordado como un “evento histórico que ha ayudado a derrumbar el último legado de la Guerra Fría que queda en el mundo”.
Por su parte, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, calificó de positivo el encuentro de los dos gobernantes, el primero entre gobernantes de EEUU y Corea del Norte en casi siete décadas de hostilidades.
Federica Mogherini, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, declaró en un comunicado que la cita en la isla de Sentosa, Singapur, muestra que la desnuclearización de la península de Corea es posible.
“La declaración firmada hoy por los líderes estadounidense y norcoreano es una clara señal de que la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península de Corea es un objetivo alcanzable”, afirmó.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, deseó que la cumbre contribuya a fomentar la confianza mutua. Beijing, dijo, da la bienvenida al encuentro entre Kim Jong-un y Donald Trump y espera ayude a despejar las interferencias y dejar atrás las dificultades sobre la base del consenso.
Igualmente, abogó por que dichas conversaciones se traduzcan en pasos concretos para desnuclearizar la península coreana, un tema de preocupación mundial.
En esa cuestión, China propone valorar una flexibilización de las resoluciones de Naciones Unidas y las sanciones contra Corea del Norte en apoyo a la desnuclearización, el establecimiento de la paz y la estabilidad en la península coreana.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, expresó su esperanza de que la cumbre suponga un paso adelante en lo relacionado con los asuntos nucleares y de misiles, y otros temas no resueltos.
En declaraciones a la prensa, Trump calificó la reunión como “honesta, directa y productiva” y consideró que “estamos preparados para comenzar una nueva historia y escribir un nuevo capítulo entre nuestras naciones”.
La cumbre “ha sido tan buena para Estados Unidos como lo fue para Corea del Norte”, aseveró, y añadió que las sanciones contra Pyongyang se mantendrán en vigor hasta la desnuclearización de Corea del Norte. Al respecto, dijo que tenía preparadas 300 nuevas sanciones contra el país asiático, pero decidió no imponerlas porque “sería irrespetuoso”.
(Tomado de Cubadebate, con información de Prensa Latina y RT)