Por Enrique Milanés León, especial para Trabajadores
Maracaibo, Venezuela.— Por los recursos naturales con que opera y por su misión, la Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana (Corpo- Zulia) tiene por objetivo impulsar desde este estado, para el país, un salto económico que mejore la calidad de vida del pueblo y lo blinde frente a los efectos de la guerra de cuarta generación orquestada por los “degenerados” de siempre.
En un mapa económico se puede apreciar que, además del petróleo que bordea el lago Maracaibo, Zulia parece bendecida por un generoso menú de la naturaleza: plátano, café, palma aceitera, plantas frutícolas, sábila, ganadería, camarón, el exclusivo cacao porcelana y otros tesoros de la planicie. Sin embargo, toda esa maravilla sería polvo en el viento si no se acompañara con la fortuna mayor: la salud. Ahí aparece entonces, para asegurarla, un cálido “yacimiento” de cubanos.
Como empresa socialista, CorpoZulia vela por el bienestar de sus trabajadores. Cuenta para ello con CorpoSalud, una coordinación médica propia dedicada a atender al personal y a sus familiares, pero en el actual panorama económico sus esfuerzos no son suficientes.
La llamada a la coordinación de la Misión Médica cubana en Zulia bastó para que nuestros colaboradores organizaran para ese colectivo una jornada de salud.
La doctora Martha Rosa García Ávila, especialista principal en asistencia médica de nuestra misión en Zulia y organizadora de esos zafarranchos de bien, explica la reacción al pedido: “Organizamos dos días con la participación de cuatro especialistas en medicina general integral (MGI), un odontólogo, una licenciada en Farmacia, un electromédico, una enfermera, un oftalmólogo y dos optometristas”.
Fuimos a verlo. Lleno total, personas de todas las edades preguntando dónde se hace la placa del tobillo, dónde consulta el médico de los espejuelos, si tendrán esta medicina, quién me mira el diente de la niña… una hermosa locura en el inmueble.
Serena, acostumbrada a no dejarse presionar por la presión, la doctora Martha amplía: “Así son nuestras jornadas de salud, como un enlace entre Barrio Adentro y las empresas; nos solicitan y aquí estamos. Como a las escuelas, comunidades y zonas de extrema pobreza, todos los meses vamos a centros de trabajo”.
Una colega suya la respalda: “En el año 2017 sumamos en las 64 Áreas de Salud Integral Comunitarias (Asic) de Zulia unas 9 mil 600 jornadas como esta”, refiere Arlety Bazán Torres, nuestra asesora de Barrio Adentro 1 en el estado.
A sí fue: la empresa de transporte MetroMara, las intendencias de las parroquias, la Secretaría de Desarrollo Social, los colectivos de alcaldías y de la gobernación, y hasta la formidable Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) sintieron en el 2017 la mano de alivio de especialistas de nuestro país que, alternadamente con sus compañeros de misión, vivieron la hermosa experiencia de los médicos ambulantes. Y no es metáfora: además de las medicinas, cuando hace falta, ellos llevan incluso sillones móviles de odontología.
A la postre abundan los reconocimientos. El año pasado los cubanos recibieron el agasajo moral de MetroMara y del programa La salud va a la escuela, dedicado a acercar la atención especializada a pequeños estudiantes.
La doctora Arlety menciona otra fortaleza de esta práctica: antes, el peso de las jornadas lo asumían nuestros médicos, pero ahora la atención de MGI corre a cargo de venezolanos formados por aquellos como parte de la preparación del relevo. “A menudo —amplía— hacemos jornadas a partir de problemas de salud específicos de una zona o colectivo laboral”.
Una semana previa al paso del periodista por Maracaibo, cooperantes cubanos habían hecho una campaña de validación de embarazadas y pacientes discapacitados con miras a que recibieran el bono de ayuda del Gobierno Bolivariano. Tal acción permitió que 3 mil 937 gestantes y 10 mil 269 discapacitados recibieran desde entonces otra mano de la Revolución.
Pero sigamos en CorpoZulia. Esos dos días de abrazo cubano se sellaron con 389 pacientes consultados en MGI, 168 en oftalmología y óptica, y 58 en odontología.
Mirando las cifras uno entiende mejor el entusiasmo que el comandante bolivariano y líder de CorpoZulia Francisco Arias Cárdenas refirió, en plena jornada de salud: “Cuba y Venezuela tienen un sistema solidario. Nuestros médicos ya lo aprenden de ustedes. Los cubanos siempre dan una atención directa, personalizada, cariñosa… que ayuda a nuestros planes en Zulia”.
Allí, palpando personas cual si fuera un médico más, el hombre que un día se alzó con Hugo Chávez constató que, de cara a los proyectos económicos, esos rostros aliviados con simples pastillas de amor son el más fuerte hidrocarburo que guarda el suelo de Zulia.