Gabino Manguela y Leydis Luisa Hernández Mitjans
La sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones se han convertido, no ya en una tarea pendiente de la economía cubana, sino en una asignatura de arrastre, y ello lo ratifica el hecho de que muchas de las diferentes estrategias que, año tras año, se realizan para impulsar el crecimiento y desarrollo de las arcas del país, hasta ahora no muestran una significativa incidencia.
Entre el 7 y el 23 de mayo pasado sesionó en Expocuba la V Feria de Negocios que, al decir del viceministro primero de Economía y Planificación (MEP) René Hernández Castellanos, forma parte del proceso de elaboración del Plan 2019.
La cita, donde participaron más de 400 entidades —mixtas, estatales, cooperativas no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia, entre otros— estuvo orientada a influir en la sustitución de importaciones y, por consiguiente, a impulsar la presencia de la industria nacional en los diferentes mercados internos.
Un asunto por resolver en términos económicos es que aún hay sobredimensionamiento en algunos surtidos, sin tener en cuenta las condiciones actuales de la economía, lo que determina que cada vez sea más evidente que la economía nacional está urgida de planes que se distingan por la búsqueda de soluciones coherentes y sostenibles, para lo cual estableció una vía ideal la reciente Feria.
Sin duda, un foro con intenciones de aumentar equilibrios macroeconómicos, programas de desarrollo fundamentales y para alcanzar el mayor avance en el proceso de transformación de la estructura económica.
El foro no solo se vinculó con la conciliación de los aseguramientos para el trabajo en el 2019, sino que da continuidad al programa para fortalecer el plan que la empresa presenta a los organismos superiores. Con ello se dinamiza la posibilidad de proponer, intercambiar y conocer con mayor profundidad el escenario económico al que se enfrentarán las empresas el año entrante.
Las conciliaciones efectuadas no constituirán una camisa de fuerza, sino el conocimiento adelantado de posibles variantes, tanto para que unas conozcan los insumos que necesitarán, como para que otras detecten a sus posibles compradores. Es una variante más para reducir la dependencia importadora y acompañar los posibles crecimientos económicos, favoreciendo la consolidación de encadenamientos productivos, y disminuir la espiral de endeudamiento, sin renunciar al desarrollo económico y social.
En visita al recinto ferial, Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía y Planificación, aseguró que este tipo de eventos permite un mayor engranaje entre demandante y productor.
Y aunque expresó también que es palpable una mejora en cuanto a la conciencia de participación del empresariado, “a veces pareciera que hay poca motivación al respecto”. Incluso en varios de los días de transcurso del foro se evidenció muy poca asistencia de especialistas, fundamentalmente de entidades estatales.
Además, los recorridos por los más de 15 pabellones de Expocuba, con frecuencia no transmiten la energía que debiera caracterizar un espacio en el que deben prevalecer la búsqueda de nuevos clientes y la consolidación de vínculos con otros habituales.
A decir verdad, los aportes de un foro de este tipo no son perceptibles a priori, siempre hay que esperar un espacio más o menos largo. Pero no sería osado afirmar que entre los beneficiados estará el plan de la economía del 2019.
Dicen los que buscan
Rubén González, director de Transportaciones de Carga de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, comentó al referirse a la importancia de la Feria de Negocios, que “es una puerta para recibir las demandas de clientes que necesiten utilizar nuestros servicios.
“Esta es la quinta versión de la Feria y hemos ido aprendiendo, tomando experiencias y perfeccionando nuestras habilidades en la adquisición de nuevos clientes”, dijo.
Según encuestas, el 94 % de los especialistas participantes consideró útil el desarrollo de este tipo de encuentro propicio para el intercambio comercial y de negocios y solicitó su continuidad cada año.
En extremo agradable fue apreciar las numerosas ofertas de las entidades expositoras. En especial llamaron la atención las propuestas de las empresas sideromecánicas, de la industria electrónica, de la industria alimentaria y la pesca, y la industrial Ángel Villarreal, Minerva, productora de bicicletas eléctricas, mecánicas, triciclos y sillas de ruedas para el programa nacional de salud pública.
Edgar Simón, director de gestión de venta, de la Empresa Industria Minerva, explicó que han participado en las cinco ediciones de la Feria. “En esta ocasión las solicitudes se sitúan en los niveles de nuestro plan de la economía, ascendente a 60 mil bicicletas mecánicas, 5 mil eléctricas, 25 mil sillas de ruedas y mil 500 para socios de la Aclifim”.
Gesime, Gempil, la industria alimentaria y la agricultura, son los que más han ampliado sus exposiciones, y a estos se une este año la amplia asistencia de la Unión de la Industria Militar, con un área expositiva de mil 500 m² del Pabellón Central.
De nada valdría la Feria de Negocios si a partir de ahora no se trabaja con objetividad en la proyección de los ingresos previstos por exportaciones y en estimular la sustitución de importaciones; en explotar con la mayor eficiencia las capacidades industriales disponibles, en gestionar con precisión nuestros inventarios y en elaborar una propuesta de Plan 2019 distinguida por soluciones coherentes y sostenibles.