El campeón mundial de salto largo bajo techo, el cubano Juan Miguel Echevarría, se alzó con los mayores titulares en el Bauhaus Galan de Estocolmo, sexta parada de la Liga de Diamante de Atletismo, al estirarse hasta los 8,83 metros, la quinta mejor marca de todos los tiempos en esta especialidad, pero que no pasará a los libros por haberla logrado con viento de 2,1 metros por segundo.
Tras ponerse delante en el evento desde el cuarto intento con 8,50, el antillano salió en busca de una gran marca en su último brinco y consiguió lo más grande de la temporada, lo cual motivó que el sitio oficial del evento reseñara así su éxito: “El mundo del salto de longitud puede haber descubierto a su futuro rey, tiene solo 19 años y es cubano”.
En la justa Juan Miguel tomó desquite del monarca universal al aire libre, el sudafricano Luvo Manyonga, quien lo había derrotado el pasado 31 de mayo en Roma (8,58 por 8,53), pero este domingo apenas rebasó los 8,25 para terminar con bronce, detrás del oro olímpico en Río de Janeiro, el norteño Jeff Henderson (8,39) .
«Quería más de 8.50, pero no creía que pudiera saltar tan lejos. La presión sobre mí fue buena hoy y tuve una gran competencia contra los mejores del mundo. Quiero saltar a este nivel durante mucho tiempo, pero todavía la temporada está empezando, así que lo llevaré todo paso a paso”, dijo la sensación de nuestro atletismo en este 2018.
Para que se tenga una idea de la dimensión de este hecho, a pesar de la no homologación oficial por tema aire a favor (lo permitido es 2,0 m/s), solo cuatro saltadores han podido sobrepasar esa marca: los estadounidenses Mike Powell. (8,95 en 1991), Bob Beamon (8,90 en 1968) y Carl Lewis (8,87 en 1991), y el ruso Robert Emmiyan (8,86 en 1965). Nuestro Iván Pedroso tuvo un salto no homologado de 8,96 en Italia en 1995, año en el que alcanzó su mejor registro oficial: 8,71 en Salamanca, España.
