Un año después del rompimiento de relaciones y de las sanciones económicas que le fueran impuestas por países vecinos del Golfo y de otras regiones, Qatar es hoy más fuerte y no solo ha resistido las consecuencias de tales acciones, sino que ha logrado notables avances políticos, económicos y sociales.
Así lo expresó a medios de prensa nacionales, el excelentísimo señor Rashid Mairza Al Mulla, embajador de Qatar en Cuba, al valorar cómo se repuso esa nación árabe de las severas limitaciones a que se viera sometida y a las exigencias de interrumpir su supuesto y falso apoyo al terrorismo, sus relaciones con la República Islámica de Irán y el cierre de la cadena Al Jazeera.
El Gobierno qatarí, aseveró, considera estas infundadas acusaciones y demandas como un ataque a su soberanía y represalias por la aplicación de una política exterior independiente.
Sin embargo, acotó, preferimos asumir un enfoque pacífico y civilizado, y tratamos en varias ocasiones de aclarar y resolver estas cuestiones mediante el diálogo, pero los Estados de asedio se negaron a comunicarse con nosotros y a escuchar nuestras explicaciones, llegando, incluso a las amenazas de producir un cambio de régimen en Doha.
“El resultado fue el opuesto de lo que esperaban, ya que estos acontecimientos aumentaron la confianza del pueblo en el liderazgo de Qatar, e hicieron que se unieron las filas de los qataríes”.
Al Mulla recordó que uno de los factores más influyentes para alimentar esta crisis ha sido la hostil posición del presidente estadounidense Donald Trump, contrario a una solución pacífica entre Estados y en apoyo a los opositores de Qatar.
Al referirse a las afectaciones económicas por el bloqueo por aire, mar y tierra, señaló que al principio se sufrieron carencias, pero que Qatar no quedó aislado, ni se dejaron de cubrir las necesidades básicas de sus 2,7 millones de habitantes.
“No obstante, advirtió, la crisis afectó la vida de los pueblos del Golfo y los residentes en esta región en todo lo relacionado con los temas de la salud, la educación, los asuntos sociales y el de los derechos humanos, añadió.
El diplomático qatarí indicó que su país es el segundo mayor exportador de gas natural del mundo después de Rusia y el octavo exportador neto de petróleo en el planeta y que en respuesta al bloqueo de sus vecinos, la petrolera Qatar Petroleum, anunció en julio pasado que aumentaría su producción de gas natural en un 33 %, pasando de 77 a 100 millones de toneladas por año.
De esas exportaciones, observó, se obtiene una enorme riqueza que le han ayudado a garantizar la prosperidad de su población e invertir en infraestructuras que le permiten vencer el bloqueo, mientras la seguridad alimentaria se convirtió en una prioridad para el Estado qatarí.
En septiembre pasado Qatar inauguró el nuevo puerto de Hamad, uno de los mayores de la región y vital para ayudar a la economía nacional a superar y vencer las dificultades provenientes de las injustas restricciones que le fueron impuestas, expresó finalmente.