La provincia de Camagüey sobresale a nivel nacional por las iniciativas y resultados que presenta en la protección del Medio Ambiente
Quien los mira no repara en ellos nada extraño; son un grupo normal, como cualquier otro. Tienen los mismos gustos del resto de los adolescentes; sin embargo, el interés de crear conciencia ante las problemáticas ambientales los ha guiado a juntarse en el proyecto Grupo Ambientalista Bahía Azul.
Hace poco más de un año, la idea germinó entre estudiantes de diferentes enseñanzas en Nuevitas, municipio norteño de Camagüey. Pero, al poco tiempo, se diseminó y en la actualidad unos 75 estudiantes de toda la provincia se han asociado al proyecto, gracias a la incorporación de sociedades científicas del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Máximo Gómez Báez.
Estos muchachos, además de elevar la cultura ambiental entre sus compañeros de estudios y la comunidad, recogen desechos en las playas, imparten charlas en centros educativos, diseñan eventos comunitarios, así como videos educativos, amenos y sencillos, para publicar en las redes sociales.
Es un deseo simple que pretende, según explicó Ariel Pujol Milán, coordinador del proyecto, en entrevista a la Agencia Cubana de Noticias, “contribuir con la reducción del desconocimiento sobre temáticas ambientales y normativas vigentes en la población”.
Bahía Azul no es una idea aislada. Se incluye entre las muchas acciones que se realizan en Camagüey junto al proyecto de estatal Tarea Vida, que persiguen elevar la percepción del riesgo y el conocimiento sobre las problemáticas ambientales, así como su reducción.
Reducir focos contaminantes
Camagüey, junto a su comunidad científica, asume varios retos ante la protección del Medio Ambiente. Desde Nuevitas también sobresale el programa de reducción de focos contaminantes, en especial en regiones costeras como esta ciudad industrial.
Lisbet Font Vila, jefa de la Unidad de Medio Ambiente en la provincia, explica que el proyecto inversionista que se ejecuta en la bahía de Nuevitas se realiza de conjunto con varias instituciones gubernamentales, en ese interés global de proteger las fuentes de abasto de agua.
“Nos hemos enfocados en la evaluación de los controles y de los productos como el aceite, chatarra electrónica y el plomo —continúa Font Vila— solo el correcto manejo y el reciclaje de residuos, recogida de papel y carbón, nos ha permitido mantener el orden ambiental sin peligro para la población”.
En Camagüey la Estrategia Ambiental Nacional se orienta hacia cuatro áreas claves relativas a la lucha contra la contaminación, gestión racional de los recursos naturales, el enfrentamiento al cambio climático y el perfeccionamiento de los instrumentos de la política y la gestión.
Es en ese sentido que el 68,4 % de las fuentes contaminantes que pueden afectar las suministradoras del líquido son controladas por el Ministerio de Salud Pública y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. Estas instituciones, que trabajan de conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) además, ejecutan una serie de proyectos inversionistas, entre los que destacan reparar alrededor de 17 km de la Conductora Cubano-Búlgara, la ampliación de un tercer módulo en la Planta Potabilizadora del Acueducto de la ciudad capital y la construcción de dos plantas de tratamientos de residuales en Cayo Cruz, los cuales contribuirán a la rehabilitación, ampliación y creación de sistemas de abasto de agua y tratamiento de residuales.
Solo así, con un trabajo coordinado entre diferentes sectores, es que los índices ambientales en Camagüey han mejorado considerablemente desde el 2017.
El porqué de proteger
Los efectos del cambio climático inciden hoy en el agua, en los suelos, en los bosques… en todo lo que contribuye con la vida humana, por tal razón se ha convertido en prioridad el encontrar soluciones a corto y largo plazos.
Para la provincia agramontina la misión de enfrentar los retos ambientales, elevar la calidad de vida, la seguridad humana, con políticas que procuren un desarrollo sostenible, no ha sido fácil, ya que con alrededor de 16 mil km2 cuenta con una amplia biodiversidad a lo largo de 22 áreas protegidas.
Para ello se ha gestado una aplicación de estrategias de conservación y preservación que según Odalys Goicochea Cardoso, directora de Medio Ambiente del CITMA, los destaca a nivel nacional.
Además del programa especial de la Tarea Vida, plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático, en Camagüey se desarrollan programas de socialización y convocatoria dirigidos especialmente a las escuelas y centros científicos, ya que lo primero es cambiar mentalidades para generar esa necesaria transformación entre la relación hombre-naturaleza.
Descarga aquí: TAREA-VIDA.pdf (233 descargas)
Es en ese sentido que se realizan los talleres de divulgación, conferencias, debates en los barrios, así como la capacitación de trabajadores, estudiantes y directivos de 13 comunidades vulnerables, orientada a la importancia de generar conciencia sobre el cuidado del patrimonio natural.
La provincia se consolida como una de las regiones de mejores resultados en la lucha contra la contaminación, el manejo de sus recursos naturales, el enfrentamiento al cambio climático y el perfeccionamiento de la política y la gestión ambiental, cumpliendo así con casi la del Programa de Implementación 2017 de la Estrategia Ambiental Nacional.
Entre los diversos logros se encuentra que tras la aplicación del Programa Nacional de Mejoramiento y Conservación de Suelos más de 27 mil ha fueron beneficiadas, algo que influyó también en el incremento del índice de boscosidad en el territorio.
También sobresale la reducción de las especies exóticas invasoras en las áreas protegidas al recuperarse más de 7 mil 900 ha que se orientaron para el desarrollo de la ganadería y los cultivos varios, algo tan necesario para el territorio.
El plan de rehabilitación de playas tuvo un impacto positivo en la recuperación de las secuelas del huracán Irma, donde se efectuaron acciones, en las zonas costeras de Cayo Cruz y Santa Lucía, como la restauración de dunas, construcción de infraestructuras ligeras en ubicaciones de uso público y la disminución de la vulnerabilidad de las instalaciones ante eventos meteorológicos.
Pero desde antes ya se venía trabajando en la recuperación de los balnearios, con más de 3 mil frentes de playa rehabilitados gracias a la reubicación de viviendas lejos de asentamientos costeros, la erradicación de ilegalidades urbanísticas en estas zonas, la recuperación de perfiles arenosos en esos ecosistemas, entre otras acciones que se incluyen en el plan del Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático.
Los retos se conocen, las alternativas para erradicar están establecidas, solo queda que cada cual proteja el entorno en donde vive y cultive la esperanza, solo así sobreviviremos como especie.
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