“Cuando se tiene un déficit comercial de 800 mil millones de dólares al año no se pueden perder guerras comerciales. ¡Los Estados Unidos han sido estafados en el comercio durante años por otros países. Es hora de ponerse listos!”
Esta fue una de las respuestas del presidente Donald Trump, tuit mediante, luego de que su país quedara aislado en el encuentro de ministros de finanzas del G-7 que tuvo lugar en Canadá como parte del preámbulo a la 44.ª Cumbre del G-7 —Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos— prevista en ese país para los días 7 y 8 de junio.
El evento, que tendrá por sede a la ciudad de Charlevoix, en la provincia canadiense de Quebec, debería estar centrado en cinco temas —invertir en un crecimiento beneficioso para todos; prepararse para los empleos del futuro; avanzar en la igualdad entre los sexos y la emancipación de la mujer; trabajar juntos en relación con el cambio climático, los océanos y la energía limpia; y construir un mundo más pacífico y seguro— pero el pasado 31 de mayo EE.UU. anunció aranceles de 25 % al acero y 10 % al aluminio importado de la Unión Europea, México y Canadá, con lo que activó la sombra de una guerra comercial que ya tuvo sus primeras escaramuzas con China.
Las víctimas de esta ocasión presentaron una queja ante la Organización Mundial del Comercio y anunciaron represalias, entre estas el posible aumento a los aranceles de productos estadounidenses, sobre todo agrícolas.
Este sábado, una vez concluida la reunión de ministros de finanzas, el anfitrión Bill Morneau dijo en rueda de prensa que sus homólogos y los gobernadores de los bancos centrales habían pedido al Secretario del Tesoro de Estados Unidos (Steven Mnuchin) que informara de la preocupación y desilusión unánimes luego de que las discusiones se vieron marcadas por “el espectro de una guerra comercial que Donald Trump ha intensificado contra ellos”.
El titular francés Bruno Le Maire, por su parte, declaró que en esta ocasión fue “G-6 + 1 con EE.UU. solo contra todos”, y advirtió a Washington que “le quedan pocos días para evitar una guerra comercial con sus aliados”. “La pelota está ahora en el campo de Estados Unidos. (…). Ahora es Washington el que tiene que dar el paso correcto en la dirección correcta”, recalcó Le Maire.