Ante la tragedia, la primera reacción del pueblo cubano es la solidaridad. Así lo pudo constatar nuestro equipo de prensa cuando visitó en la tarde de este domingo el capitalino hotel Tulipán, donde se alojan los familiares de las víctimas del siniestro.
Una profunda tristeza envolvía el ambiente. Increíble llegar a un espacio lleno de personas, solo armonizado por murmullos. No gritos, no llantos exagerados; el dolor compartido en la intimidad de un gesto, una lágrima, un abrazo. El lobby de la instalación ha devenido velatorio gigante, como lo calificara una de las personas que de forma anónima trabajan por garantizar que la penosa situación sea lo más llevadera posible.
Como ha sucedido desde el pasado viernes, Mercedes López Acea, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y primera secretaria del Partido en La Habana, visiblemente conmovida llegó a interesarse por los allí reunidos y expresarles sus condolencias.
Recorrió el lugar e intercambió con las familias, abrazó y dio aliento a los más devastados. Uno de ellos fue el joven médico estomatólogo Frank Pérez Medina —que, junto a otros colaboradores de la Salud, acababan de arribar desde la República Bolivariana de Venezuela, donde cumplían misión internacionalista—, quien perdió a sus seres queridos en el fatídico vuelo.
Frank perdió al sobrino y al hermano, este último según narran sus colegas era “casi idéntico” a él. Su última conversación fue el pasado miércoles. Ante sus lágrimas, esta reportera solo pudo darle el pésame y abrazarlo.
Nuestra mayor fortaleza
En situaciones como esta la respuesta del pueblo no podía ser otra que la solidaridad y la unidad, declaró López Acea a Trabajadores. Todos hemos podido cooperar y vale destacar la conciencia, la responsabilidad y la solidaridad con que se ha actuado.
Desde los primeros momentos, precisa, tuvimos el apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior con los bomberos, las brigadas de rescate y salvamento, quienes trabajaron, como siempre, con mucha rapidez y profesionalidad.
Nuestra población, a pesar de la conmoción, también se sumó para apoyar a las fuerzas especializadas, con mucha disciplina, recalcó.
El sistema de Salud garantiza la atención permanente a las familias, de conjunto con los trabajadores del turismo y los funcionarios de las organizaciones políticas y de masas. “Con extrema sensibilidad han logrado identificarse con el dolor y actuar para mitigar lo más posible la angustia de estas personas”.
López Acea destacó el apoyo y atención esmerada de la máxima dirección del país, el Partido y el Gobierno. “La presencia constante del Presidente Miguel Díaz-Canel y el mensaje de condolencias del primer secretario del Partido, Raúl Castro Ruz, quien nos ha pedido especialmente que expresemos a todos los dolientes su sentir”.
Seguiremos trabajando aquí en la capital y en todos los lugares donde estén las familias, acompañándolas y ayudándolas el tiempo que sea necesario, unidos como una gran familia y siempre solidarios; valores que se multiplican en Cuba en momentos como este y son nuestra mayor fortaleza, concluyó.
Los sentimientos y el deber
Con profundo sentido del deber el licenciado en Enfermería Jorge Fonseca, del policlínico Luis Galván del municipio de Centro Habana, brinda sus cuidados en un “consultorio de campaña”, como calificó a una de las habitaciones del hotel Tulipán devenida sala de observaciones.
Él como miembro y fundador del contingente Henry Reeve estuvo en el terremoto de Pakistán, el de Ecuador, en el deslave de Vargas en Venezuela, en la lucha contra el ébola. ¡Cómo no estar para mi país, por mis hermanos!, expresó.
Los trabajadores de la Salud dimos el paso al frente y laboramos para garantizar servicios las 24 horas. Me ha conmovido la atención de los especialistas en Psiquiatría, su amor y respeto por las personas. El Estado no ha reparado en gastos, ni condiciones, nosotros tampoco lo haremos. Estaremos aquí hasta que todo se resuelva.
Por su parte las doctoras Nancy de la Caridad Milian Melero, jefa del Departamento de Atención Médica, y Lissette Cepero Rodríguez, jefa de la Sección de Atención Primaria de Salud, ambas de la Dirección Provincial de Salud de La Habana aseguran que los equipos médicos se han organizado para que no falten en ninguno de los lugares donde concurren las familias afectadas.
Nuestro objetivo fundamental es garantizar la atención, velando siempre por el bienestar, el control de las enfermedades crónicas, la atención a signos agudos que se puedan presentar en los momentos más críticos y la preparación para las entrevistas que deben sostener con los peritos de medicina legal para la identificación.
“Los profesionales dedicados a la salud mental han estado preparándolos para que ese momento tan doloroso, sea más llevadero y logren aportar los datos necesarios”, explica Milian Melero.
Están garantizados todos los medicamentos que puedan necesitar y se establecieron las coordinaciones con los centros de salud cercanos para cualquier contingencia, comenta Cepero Rodríguez. También contamos con el apoyo permanente del Servicio de Urgencias Médicas, Sium.
A juicio de la doctora Carmen Borrego, jefa de la Sección de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública se agradece el aire de tranquilidad y el respeto al dolor que se respira en el hotel. Los trabajadores se han puesto en función de convertir el lugar en un espacio que les brinde armonía y algún grado de salud mental a las familias.