Osvaldo Rodríguez Martínez, corresponsal de Prensa Latina
Después del acuerdo entre empresarios y constructores que al decir de los obreros garantizará un salario digno, concluyó este viernes la huelga obrera más larga del siglo XXI en Panamá.
Saúl Méndez, secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), dijo a Prensa Latina que esta victoria representa para el gremio ‘unidad, firmeza y dignidad’, y ello ‘invita a la lucha de los trabajadores por mejores condiciones de trabajo’.
Al indagar de si esta acción produjera un viraje en la redistribución de la riqueza, teniendo en cuenta que Panamá tiene el récord negativo de uno de los 10 más desiguales del mundo, Méndez sentenció: ‘Esperamos que esto pueda ayudar a esa batalla por una mejor sociedad’.
En un mensaje a sus afiliados, el líder sindical indicó que el esfuerzo por el prolongado paro, que este viernes alcanzó el mes, ‘ha dado el fruto que hemos esperado’.
Informó que lo pactado ‘es una escala de salarios que consideramos digna, en correspondencia con la lucha que hemos desarrollado’ y pidió a los trabajadores unidad en estos momentos.
Al conocer la noticia, Luis Ernesto Carles, ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, felicitó a las partes en conflicto y a los integrantes del equipo ministerial que actuó como mediador ante el estancamiento de las negociaciones.
El acuerdo logrado es de incrementos del 14 % en cuatro años para obras privadas (3 % en 2018 y en 2019; 4 % en 2020 y en 2021), 18 % (4-4-5-5) para las estatales y 44 (11 % por año) para las consideradas megaobras, según fuentes del Suntracs, lo que es notablemente superior a la posición inicial de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).
La patronal de la construcción planteó en principio un incremento salarial del 0,5 % anual, equivalente a 2 % entre 2018-2021, mientras que el sindicato reclamó originalmente un ajuste total de 60 %, o sea, de un 15 % cada año.
En un intento por responsabilizar a los obreros que reclaman ‘salarios dignos’, según reiteran sus voceros, Héctor Cotes, presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), indicó ayer al diario Panamá América que la afectación de la huelga en la construcción deja un fuerte impacto en la economía panameña: ‘Diariamente, las pérdidas por la huelga ascienden a 30 millones de dólares, es decir, van 900 millones en un mes’, señaló.
Aseguró que ese volumen no lograrán recuperarlo en lo que resta del actual año, por lo que consideró que ello influirá en el crecimiento de la economía nacional.
En un enfoque que contradice el argumento empresarial de crisis sectorial para rechazar la solicitud de los constructores, Apede señaló el notable aporte sectorial al PIB que fue de dos dígitos en los últimos años, además de emplear al 10 % de la fuerza laboral del país.
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