Fue en un hogar de tablas de palma y techo de guano, erigido en un paraje intrincadísimo del sur de la geografía espirituana, donde se fraguó el carácter sencillo y el apego al trabajo que caracteriza a Rolando Bautista Jiménez Valdivia.
Aunque confiesa no tener afinidad por las labores propias de la tierra, aprendió bien las lecciones de aquel abuelo, quien además de impulsarlo a estudiar, le hizo comprender la importancia de cultivar para luego cosechar. Sus ojos infantiles se perdían entre los surcos y potreros de Chorrera, zona del actual municipio de La Sierpe.
Su mirada divisaba una carretera infinita. Una vía que aún construye, empatando los miles de kilómetros que ha recorrido por más de tres décadas como chofer de taxi vinculado al turismo. ¡Y los que restan por transitar!
En las carreteras de toda Cuba están estampadas las huellas de este Héroe del Trabajo de la República de Cuba. “Mi delirio es manejar un vehículo, conocer cada rincón de mi país y a su gente. Vas a un lugar y cuando vuelves encuentras una nueva obra de la Revolución. Ese constante redescubrimiento de mi propia nación y ese intercambio con personas de todo el mundo es lo que más me satisface”.
Cuenta que desde los 10 años surcaba los terraplenes con un carro que tenía el padre. Pero dice que en verdad aprendió a conducir cuando dominó por completo las leyes del tránsito y comenzó a respetarlas.
“Mi entrenamiento es diario. Con 54 años aún soy un aprendiz. Me gusta trabajar con mucha precaución, no correr. Manejo concentrado en las señales del tránsito. Nunca he tenido un accidente y hace casi una década que no me multan. No hay que hacer nada excepcional, solo respetar lo establecido. Me preocupo por la vida de las personas que confían en mi oficio, cuando suben al carro son mi responsabilidad.
“Trabajar con ganas, sacrificarse en todos los aspectos, ofrecer un servicio con calidad y ser puntual deben ser elementos distintivos de un taxista”, aseguró este espirituano, reconocido durante 28 años como Vanguardia Nacional, merecedor de las medallas Hazaña Laboral y Jesús Menéndez, y de todas las órdenes Lázaro Peña, distinciones que otorgan la CTC y el Consejo de Estado.
La constancia de Roly la conoce más que nadie su compañera por más de 25 años. Emma lo ha acompañado en continuas madrugadas de travesía, y además lo requiere con frecuencia por lavar el carro de madrugada. “Él no concibe recoger a un cliente con el auto sucio”, afirma.
También devela la afición de su esposo por tocar la guitarra y dice que alborota la cocina alguna que otra vez. “Es muy apegado a la familia, se esmera mucho en atendernos, aunque le reclamamos un poco más de tiempo para nosotras”, comenta Emma.
Su función como delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular también ocupa espacio en la cotidianidad de Rolando. “Ser representante del pueblo no es serlo solo en el contexto de una asamblea, es algo de todos los días, en el barrio, en la calle, en el trabajo”, subrayó.
El altruismo dignifica a la humanidad
La humildad que lo arropa desde la cuna no se trasformó ni con los aires citadinos, ni con agasajos. Lo refrendan los trabajadores del Cupet del Chambelón, centro cercano a su casa, en las afueras de la ciudad del Yayabo o quien lo ve recogiendo personas en las paradas.
“Algunos colegas me dicen que si es un taxi o una guagua local, pero confío en la humanidad, y me gusta ayudar sin condiciones”.
El desprendimiento de Roly se patentiza en algo más que “dar botella”. Desde hace 20 años contribuye con donaciones destinadas a diversos programas de la salud pública cubana. Durante ese tiempo ha tributado alrededor de 65 donaciones de sangre y más de 10 mil pesos en divisa para contrarrestar el cáncer, y en apoyo al programa materno infantil.
“Siento gran admiración por nuestro sistema de salud. Cuando me explicaron las intenciones de programas como Mi aporte de la propina para la salud o Mi aporte a la vida, no dudé en sumarme. Luego visitamos instituciones asistenciales donde comprobé con mis ojos la importancia de esa contribución”.
Mantiene un vínculo estrecho con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en el transporte de vacunas, médicos y especialistas de diferentes materias para la implementación de ensayos clínicos (la vacuna pentavalente y el Heberprot-P). “En nuestro proyecto social no se escatiman esfuerzos para mejorar la vida de las personas”.
Trabajar sin miramientos
Atraído sobremanera por el timón y las carreteras, al poco tiempo de graduarse como técnico de nivel medio en Contabilidad y Finanzas, Rolando se incorporó como chofer de transporte turístico cuando el despegue de ese sector en el país a inicios de los años 90. “No me gusta estar encerrado en una oficina. Prefiero andar por ahí, en el día a día con la gente”, explica.
Desde hace cuatro años labora como trabajador no estatal adscripto a Taxis-Cuba, entidad que surge como parte del nuevo modelo de gestión económica impulsado por la política de actualización del modelo cubano.
“Al principio el cambio fue difícil. Me decía que no tenía gracia para ser un trabajador por cuenta propia, pues no sé vender nada. De pronto me sentí perdido, pero poco a poco todo se modificó. Ahora soy responsable de formar mi propio salario.
“Todavía existen cuestiones modificables. No logramos organizar la competencia en la calle con otros taxistas. Están los ilegales. En la actualidad no se compite por la calidad, sino por los precios, y las tarifas de ellos son más bajas, porque no pagan impuestos.
“Asumí el cambio como una necesidad del país y todo ha salido bien porque tengo un gran respaldo… me gusta trabajar. La clave es cumplir”, sentenció.
Tuve el honor y el previlegio de trabajar con el desde los inicios del turismo en los 90, donde fui su secretario general del sindicato, es un trabajar incansable, siempre exsaltaba su calidad humana, era el chofer que mas cumplia y sobrecumplia los planes economicos trazadaos por la compania, quien mas propina donaba para el programa de la lucha contra el cancer, paticipaba en multiples donaciones de sangre, siempe con un caracter pesonal excepcional, y su entera disposicion de cumplir con todo lo orientado por la direccion de su trabajo, de un valor humano inmenso, y su trayectoria lo ha llevado a ser Vanguardia Nacional en multiples ocaciones, le mando un saludo especial y un abrazo grande de su viejo amigo Diosdado,
Tuve la suerte de conocerlo hace un año, es una excelente persona, un gran profesional.