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No son deportista pero igual vale. Han hecho del puesto de trabajo un tatami cotidiano, una práctica de hacer bien las cosas todos los días, una consagración forjada construyendo, fabricando, devolviendo el servicio eléctrico o exigiendo la optimización de un funcionamiento orgánico sindical clave para conseguir metas.
No son atletas, pero son magníficos empleados y eso dice mucho. Dice tanto que las medallas recibidas tienen un valor similar al de un campeonato mundial, sonríe Bárbaro Abréu Torres, el línero que junto con su compañero de Martí, Feliciano Menéndez Menéndez merecieron la medalla de Hazaña Laboral.
Ellos fueron dos de los varios condecorados en la bella sala de conciertos José White, en la provincia de Matanzas, una de las más relevantes actividades previas a la celebración nacional por el Día Internacional de los Trabajadores, este Primero de Mayo.
Junto con el alto reconocimiento, se entregaron también medallas Jesús Menéndez, distinciones con las CTC premia óptimos desempeños, colocadas por Teresa Rojas Monzón, primera secretaria del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba e Isdalis Rodríguez, al frente de la CTC.
Las condecoraciones hacen méritos a trabajadores y dirigentes sindicales que con su hacer cotidiano se erigen en protagonistas del proceso de actualización del modelo económico de la nación antillana y constituyen un resorte de gran importancia en el la movilización y comprometimiento de los colectivos para cumplir sus metas.
A horas de que las plazas y calles matanceras acojan la fiesta de los trabajadores matanceros, tuvo lugar una ceremonia que marcará la existencia de quienes recibieron tan altos estímulos, manifestó Oria Moliner, al frente de la esfera ideológica en el secretariado del Comité Provincial de la CTC.
En estas intensas jornadas, Matanzas también se reverenció a sus Héroes del Trabajo de la República de Cuba, tiene a 13, en una de las conmemoraciones de mayor emotividad acontecidas.
