Cuba se unió este miércoles al Fondo Rotatorio de vacunas y Fondo Estratégico de medicamentos, lo que facilitará la atención de enfermedades como el VIH-Sida, la tuberculosis y la malaria, entre otras.
Ese documento fue suscrito por Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública de Cuba; Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, como parte de la Tercera Convención Internacional d Salud Pública, Cuba Salud, 2018, que sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Cristian Morales Furihmann, representante de la OPS/OMS en Cuba, enfatizó que estos mecanismos permiten adquirir más de 150 productos, dándole acceso a muchos países, que si no compran a través de este medio, pueden llegar a ellos por una cooperación técnica que les refuerce sus capacidades de adquisición, planificación y gestión.
Acotó que con la incorporación de Cuba ya son 42 las naciones integrantes de ambos Fondos, que hacen las vacunas y medicamentos más accesibles a millones de habitantes en todas partes del mundo.
Francisco Durán García, Director Nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, enfatizó que la firma de este convenio es una oportunidad para mantener una estabilidad de obtención de medicamentos, vacunas, jeringas y otros recursos necesarios para el programa de inmunización.
Aseguró que eso repercutirá aún más en el desarrollo del programa de salud cubano y trae un grupo de ventajas en cuanto a estabilidad y calidad de los productos.
El Fondo Rotatorio de vacunas es el mecanismo de cooperación técnica desarrollado por la OPS para la compra de esos insumos y otros implementos fundamentales, con el fin de reducir la morbilidad y mortalidad causadas por enfermedades prevenibles por la vacunación.
En tanto, el Fondo Rotatorio Regional para el suministro estratégico es un mecanismo solidario creado también por la OPS para las compras conjuntas de medicamentos esenciales destinados a sus estados miembros.
Ambos Fondos promueven la implementación de maneras apropiadas para el control de calidad de los productos y fortalecen los programas de salud pública de las naciones que los integran.