Cargando...Roberto M. López de Vivigo
Los Lobos adelantan a los Búfalos 2-0 en la final de la Liga Superior de Baloncesto con victoria de 108-96 en el segundo partido desarrollado este lunes en la Sala Amistad, cuartel general de los líderes de la clasificatoria.
La alineación titular de Ciego de Ávila tuvo dos modificaciones con respecto al choque anterior, la inclusión de Daniel Martínez y Jorge García en detrimento de Yovani Hernández y Elmis Reyes. Por Villa Clara se mantuvo el quinteto inicial: Didier González, Raúl Abreu, Joel Cubillas, Osvaldo Pérez y Andy Bofill.
Para los naranjas los primeros minutos fueron un infierno con una defensa nula, solo Bofill resultó protagonista en el conjunto anfitrión, aportando los 11 cartones iniciales del partido a su escuadra. No obstante, los locales pudieron remontar y culminaron el cuarto inaugural con empate a 25.
A la mitad del partido los Lobos llegaron con ventaja de siete unidades (50-43) gracias a los 25 tantos que su capitán acumulaba hasta ese momento. Por los visitantes llevaba la voz cantante en ofensiva Yaser Rodríguez, liberado como armador de juego, función asumida por Troyano.
Si en el duelo del domingo la definición llegó en el segundo período, este lunes la debacle avileña sucedió en la tercera manga, donde ambos quintentos cometieron varios errores, pero los rebotes cayeron mayormente en manos naranjas. Para el cuarto decisivo el marcador era de 73-58.
Abreu resultó expulsado luego de golpear con el codo a un rival en el inicio del último parcial. Villa Clara continuó dominando, pero se paró en la cancha y Ciego de Ávila forzó el tiempo extra al empatar a 89 cartones.
En el over time Yaser Rodriguez perdió la cabeza y tras discutir con el árbitro fue expulsado, en acción que a la postre influyó en la derrota de su equipo.
La Sala Amistad se engalanó con mucho más público que en el duelo inicial y la conga no se detuvo nunca. El miércoles se reanudarán las acciones en la polivalente Giraldo Córdova Cardín.
Acerca del autor
Estudiante de Periodismo.
Explíquenle al aficionado cubano la ausencia de Andy Bofill en nuestra maltrecha Selección Nacional.