El avance en importantes procesos inversionistas y su impacto en los colectivos de trabajadores, la población y la economía nacional, centraron el debate de la Conferencia Municipal de la CTC en el Cotorro, la primera de su tipo en la capital del país como parte del proceso asambleario del XXI Congreso.
Sobre el inicio el viernes último de las primeras pruebas para continuar la producción de yogur de soya en el Complejo Lácteo de La Habana y la próxima arrancada de la planta de helados, comentaron representantes sindicales de ese centro clave para la alimentación en la ciudad, quienes detallaron cómo marcha el montaje de las calderas, compresores, trampas de hidrocarburos y sistema de drenaje, entre otras obras.
Madelín Almaguer Martínez, integrante del buró sindical de esa industria, explicó que con la reanudación de las labores fabriles reiniciará también este mes el pago por resultados de forma progresiva, luego de un año en que sus trabajadores solo cobraron por tiempo laborado, como consecuencia de las reparaciones.
El rescate de las unidades empresariales de base productivas, a partir de rigurosos estudios de normación del trabajo que permitan reinstaurar el pago a destajo, son algunas de las estrategias del Complejo Lácteo para la nueva etapa.
A brindar una respuesta efectiva en el orden productivo y de eficiencia ante tal inversión, exhortó Luis Manuel Castanedo Smith, secretario general de la CTC en la capital, quien expresó también la insatisfacción existente con la atención sindical hacia los problemas de orden, disciplina y delito en esa industria alimentaria “Lo que se robe allí no solo va en primer lugar en contra del pueblo, sino también en detrimento de los ingresos de sus trabajadores”, fustigó.
Leonel Sosa, dirigente sindical en Antillana de Acero, expuso la complejidad de producir y a la vez adelantar complejas inversiones, como la ejecución de 23 millones y medio de pesos convertibles para la reconversión del horno cuchara y un sistema de corte por gas, con un crédito de los países del Alba, y del actual financiamiento ruso por 160 millones de CUC, para modernizar el horno de arco eléctrico y el laminador, las grúas de la acería, la depuradora de gases, entre otros objetos de obra.
En nuestra propia aula sindical preparamos en el 2017 a dirigentes y trabajadores en temas económicos y de energía, cuestión esencial para Antillana, donde el análisis de los índices de consumo debe ser del dominio del colectivo y su cumplimiento incidir en el pago por resultados, razonó Sosa.
Anunció, además, la futura apertura de una casa comercializadora para ofertar a otras industrias productos ociosos de sus almacenes, y así contribuir a reducir el alto nivel de inventarios —por valor de un millón 300 mil pesos—, que posee el gigante metalúrgico.
Carmen Rosa López Rodríguez, segunda secretaria de la CTC, enfatizó la importancia que tiene para esta industria cumplir con los mantenimientos programados. A veces no se ejecuta lo presupuestado con ese fin y luego las empresas distribuyen ese dinero como ingresos al trabajador, pero así solo empeñan el futuro, alertó la dirigente sindical.
Otras experiencias que trascendieron durante la discusión fueron los resultados positivos en la ejecución del presupuesto en el hospital psiquiátrico para pacientes de larga estadía, con una alta satisfacción de las familias beneficiadas; y las dificultades con los abastecimientos de materia prima, las interrupciones laborales y la mala discusión del plan de la economía en la industria de la goma.
La Conferencia eligió al nuevo comité municipal de la CTC, al frente de cuyo Secretariado se ratificó a Livian Pérez Cruz. Las palabras de clausura estuvieron a cargo de Tamara Garrido González, primera secretaria del Comité Municipal del Partido en el Cotorro.