Un grupo de trabajadoras empleadas por cuenta propia, en el municipio de Taguasco, provincia de Sancti Spíritus, escriben a nuestra redacción para preguntar por qué no tienen derecho de solicitar al Banco un crédito que les posibilite mejorar las condiciones de sus viviendas.
Xiomara Alfonso Valdivia, dependienta y elaboradora de alimentos ligeros, en nombre de las interesadas, señala que esa facilidad solo la tiene el propietario del negocio, “mientras nosotras, que estamos contratadas con todas las de la ley, no disfrutamos de tal derecho”.
La inquietud refiere también la limitación que poseen para servir de codeudoras en caso de que a un familiar se le otorgue un crédito bancario. Así, plantean estas mujeres, “estamos en desventajas con respecto a otros trabajadores, y ello no lo consideramos justo. Quisiéramos que un funcionario de la Central de Trabajadores de Cuba nos dé respuesta”.
