Si usted tuviera que regalarle algo al Comandante en Jefe, qué sería. Los polistas sabían que el único presente posible el 13 de agosto de 1991 era la victoria en la final ante Estados Unidos en los Juegos Panamericanos, el rival a derrotar también en el medallero.
La piscina de la Ciudad Deportiva era el escenario del duelo entre los locales y los campeones de la Copa del Mundo. Ambos equipos llegaron invictos al duelo por el título y entre las figuras antillanas que destacaron resaltó José Ángel Ramos Soler, Bolondrón (1964). El portero mantuvo en cero al principio del choque a los norteños, quienes reaccionaron de forma tardía en partido que culminó 8-5 a favor de los anfitriones, para alegría de todos y en especial de Fidel Castro Ruz en la celebración de su natalicio.
Tras esta dorada, única en citas continentales, cinco días después se concretó el sueño de destronar a Estados Unidos en la tabla de preseas por 10 oros, pues Cuba logró 140.
De Bolondrón a Varadero
José Ángel abandonó con ocho años Bolondrón -de ahí su mote- en el municipio de Pedro Betancourt, y se trasladó a la Escuela de Iniciación Deportiva Luis Augusto Turcios Lima, de Varadero. Bajo las órdenes de Lino Socorro se inició como arquero, posición que defendería siempre. Del balneario matancero escaló hasta la escuela Marcelo Salado donde conoció al entrenador Juan Almeneiros, quien lo acompañaría en muchos de los momentos trascendentales de su carrera.
Hablando de nombres influyentes en la trayectoria de Ramos Soler es imposible dejar de mencionar el de Oscar Periche Cardet, El Pulpo. El único cubano exaltado al Salón de la Fama del polo acuático, según la Federación Internacional de Deportes Acuáticos, le enseñó todo lo que sabía, y luego de cuatro años juntos en la selección nacional, Bolondrón lo sustituyó como regular.
El exitoso palmarés del portero nacido en Matanzas incluye
cuatro juegos centroamericanos y del caribe, igual cantidad de panamericanos, dos copas del mundo, tres mundiales y los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, cita en la que quedaron en el onceno puesto.
El presente de nuestro polo acuático dista bastante de la estela triunfadora de los tiempos de Periche, Bolondrón, y aquellos muchachos de la proeza del 13 de agosto de 1991, Jesús Derouville, Bárbaro Díaz, Norge Blay, Pablo Cuesta, Juan Hernández, Guillermo Martínez, Arturo Ramos, Iván Pérez, Juan Barrera, Lázaro Fernández, Jorge del Valle y Juan Hernández. Por lo pronto, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, Cuba irá por mantenerse como la nación más ganadora en el sexo masculino en estas lides.
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