Resulta tan irremediable como acertada la constancia, por tantísimos años, con la que Juan Aldana Briñones retoma rutinas. Mientras permanece en el borde, el reflejo del agua muestra su destreza para preparar el equipo de trabajo.
No importa el horario ni la quietud casi perturbadora del entorno. En su mente anida la idea de encontrar la gran mancha que resguarda el embalse Leonero y, con ella, superar el golpe de fortuna del día anterior. Esa especie de afición no se deposita solo en el diligente pescador ya cercano a los 60 años.
Experimentados y bisoños en otras 14 presas y micropresas, durante 20 días continuos, se llenan de mucho empeño para no sentirse en desventaja cuando se aventuran a tomar de la naturaleza este modo de sustento. Y justo de tales menesteres provienen parte de los resultados que en el año 2017 colocaron a la Empresa Pesquera de Granma (Pescagran) como una de las mejores entre las responsables, en el país, del cultivo, captura, industrialización y comercialización de especies de la acuicultura.
Es la entidad portadora de una tradición en cuanto a la realización de ese tipo de actividades, a las cuales se dedican diferenciadamente seis unidades empresariales de base (UEB); y abanderada además en la perfección de la cadena productiva. Sostenibilidad, al decir de quienes la fundamentan y conducen, es el término al que se ajustan.
Lo verosímil
Con el encargo de elaborar y poner en el mercado unos 37 surtidos, la UEB Industria Comercializadora de Bayamo (Incobay) es reconocida por la entereza de sus 230 trabajadores y la pertinencia de estos en el logro de la exigida calidad.
En las dos áreas que componen la fábrica se procesa el 95 % del total del pescado que se extrae de los embalses. La primera tiene que ver con la materia prima directa para obtener filetes, minutas, tronchos y un volumen grande del componente que va como base fundamental a la segunda línea.
“Aquí se produce el mayor por ciento de los surtidos que creamos entre los que cuentan las croquetas, picadillos en varios formatos, estofados, masas para hamburguesas, además de embutidos como el chorizo, mortadela y perro caliente”, explica Jesús Sobrino Martínez, director de la UEB.
“Del área salen mensualmente alrededor de 80 toneladas de alimentos y es donde se alcanza el verdadero valor agregado. Los conformados tienen una plaza segura en la provincia, pues abastecemos de manera directa la red de pescaderías de la propia empresa y los mercados ideales. Al menos en Bayamo, que presenta la mayor demanda, mantenemos entre ocho y 10 productos”.
También resultan compromisos la entrega a Pesca Caribe, la comercializadora del país; el suministro a las entidades locales del turismo, así como a ciertos hoteles de Santiago de Cuba y la exportación anual de 30 toneladas de la conocida tenca hg en forma de troncho.
Por el valor nutricional de los surtidos, estos son bien recibidos, igualmente, en sectores claves como salud pública, educación y comercio y gastronomía.
Estas gestiones le permiten a Incobay reembolsar más de 14 millones de pesos al año y cerrar cada período con utilidades, al tiempo que crece sostenidamente el salario medio y la estimulación en divisa. “Nuestra fortaleza radica en el nivel de profesionalidad de los empleados.
La fuerza laboral no fluctúa y eso permite que tengamos un alto grado de especialización en lo que hacemos”, asegura Sobrino Martínez. Otra esencial columna que mantiene los resultados de la industria es el quehacer de Innovadores y Racionalizadores que responden, desde su función, a las necesidades de la UEB, tanto en la parte de asistencia tecnológica a equipamientos que no tienen un aseguramiento logístico para garantizar su continuidad, como en el mejoramiento de las elaboraciones, de lo cual se deriva que algunas sean exclusivas. Varios de sus miembros ostentan el sello 8 de Octubre que otorga la Anir.
De acuerdo con el trabajador Osvaldo Campo Carrillo la atención recibida por parte de la administración y el sindicato, el beneficio a las condiciones de trabajo y el pago salarial, en correspondencia con lo que son capaces de formar, han contribuido a favorecer el clima laboral.
Otra dimensión
La experiencia acertada de la UEB Incobay es reflejo de la estructura general. Por eso se han encontrado en esta los caminos para superar asuntos relacionados con la imagen corporativa, como parte del proceso de perfeccionamiento empresarial, la economía y la atención al hombre, y se buscan otras garantías que incrementen la sostenibilidad que se percibe.
En ese sentido destacan tres fases: el incremento de la capacidad productiva a partir de las inversiones que se realizan, el crecimiento de la acuicultura que, además de la introducción de tecnología, incluye corregir equívocos en el cruzamiento de las especies de agua dulce, así como facilitar la eficiencia industrial para el aprovechamiento máximo de la materia prima y su transformación en valores.
Según Raúl Liens Cabrera, director general de Pescagran, la estrategia que se tiene montada en el plan de desarrollo abarca garantizar aún más la generación de la materia prima propia, incluso desde la obtención de larvas y alevines, que permita cerrar exitosamente la cadena productiva y posterior comercialización, aspecto que distingue a la empresa.
Las pericias se enfocan hacia el progreso continuo y al logro de la calidad e inocuidad de los alimentos como exige hoy el mercado interno y externo.
“Para lograrlo entendemos que el recurso más importante es el humano. Siempre hemos tratado que los trabajadores estén conformes en la mayor medida posible. La comunicación ha sido esencial y estamos dispuestos a perfeccionarla”, aseveró el directivo.
Cerrar el 2017 con importantes aportes financieros, sin accidentes laborales y una reducción del delito y la ilegalidad, entre otros resultados, hizo posible que la entidad se reconociera como destacada dentro del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria.
Por su parte, el quehacer sindical, a partir del cumplimiento de todos sus objetivos, propósitos e iniciativas, como asegura Maité Fernández Moreno, secretaria de una de las secciones sindicales, contribuyó sustancialmente a que se escogiera como sede de las actividades centrales por el Día del Trabajador de la Industria Pesquera en Cuba, a celebrarse el venidero 8 de abril.