Por Roberto M. López de Vivigo
El Complejo de Piscinas Baraguá es sede del torneo más importante de la natación cubana, la Copa Marcelo Salado que ya arriba a su XXXI edición. Luego de su reparación capital, la instalación del este habanero posee condiciones para albergar eventos internacionales, pues ya cuenta con climatización, pizarra electrónica y bloques de arrancada de primer nivel.
Gracias a ello y por supuesto a la preparación de los atletas, muchos delfines ya han superado sus marcas personales, a pesar de que la mayoría no están aún en óptima forma, sobre todo nuestras principales figuras que deben alcanzarla en un venidero torneo en Perú y evidentemente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
Un récord nacional se batió ya. La espirituana Lorena González paró los cronómetros en 1.02.67 en los 50 metros estilo mariposa, destronando los 1:02.80 de la granmense Niuvys González del año 1993. También, el equipo granmense de los 4×50 relevo libre, rompió la marca de la competencia en la categoría 11-12 masculina con 1:58.12.
Algunos jóvenes han mejorado sus tiempos, tal es el caso de Víctor Lima, de 14 años, quien consiguió 26.96 en los 50m libres, Cristian Zamora (26.37), Ramses Infante (25.77), ambos en la misma categoría. En los 200m espalda, Darismel Duane pudo bajar de los 2:40 con 2:37.69 y Fermín Rodríguez logró 2:17.36. En la lid participan también atletas del triatlón e hicieron lo mejor de su vida en los 1500m libres, Dayana Acosta (18:37.61) y Daniela Ciara (19:32.86).
La natación cubana tiene como principal objetivo el evento múltiple de Barranquilla, donde alcanzar preseas será bien difícil, aunque deben concretarse varias inclusiones en finales, donde la casta de nuestros representantes puede darnos algunas sorpresas positivas. Por ahora, están seguras las cinco plazas en aguas abiertas, mientras los otros boletos deben alcanzarse en junio, donde preliminarmente y por sus resultados, las féminas podrían conseguir más boletos que los hombres.