En varias instalaciones deportivas de subordinación nacional los cambios son visibles. Hay muchas recuperadas de un olvido que parecía eterno, como el Complejo de Piscinas Baraguá, al tiempo que se trabaja en otras con igual calidad, nivel de exigencia y lo más interesante: con el presupuesto aprobado y sin ningún extra del Estado al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).
Es decir, sin obviar las limitaciones económicas del país, la cuenta está dando. Toda esta revolución en cuanto a la reparación de centros tiene poco de magia, y si alguien lo sabe bien es Omar Venegas Echemendía, vicepresidente de Aseguramiento y Economía del organismo, quien explicó que la tarea iniciada en el 2016 persigue llegar a las 21 instalaciones inauguradas y utilizadas en los Juegos Panamericanos de La Habana 1991, y otras adicionales como la escuelas nacionales y las residencias para atletas, estas últimas ya concluidas.
“Dentro del proceso inversionista, con un plan en el 2017 de 6 millones 451 mil pesos ejecutamos 5 millones 779 mil 70. Esto benefició, entre otros, la remodelación de la residencia Cerro Pelado, el 50 % de la estructura metálica del techo del estadio Latinoamericano y la totalidad de la cubierta del Baraguá”, señaló mientras comentaba que el porciento no empleado obedeció a la inexistencia de equipos de refrigeración, neveras, etcétera.
“En el pasado año por el concepto de reparación y mantenimiento, se nos asignó 17 millones 476 mil, y usamos 17 millones 91 mil pesos. Eso abarcó la recuperación del complejo de piscinas y la escuela de velas; las reparaciones del gimnasio de fuerza del atletismo y del boxeo juvenil, del lobby del Estadio Panamericano, las cabinas de transmisión en el Latino y la pista de patinaje en el complejo Raúl Díaz Argüelles; y la creación del Centro de Recursos de Información del Deporte Cubano, por solo citar las más visibles, pues hubo más acciones constructivas en el Coliseo de la Ciudad Deportiva”, acotó.
Ante la pregunta de cómo ha podido el Inder lograr esto sin haber crecido su presupuesto, la respuesta fue categórica.
“Trabajamos con lo aprobado. Y este 2018 el monto es similar al del 2017. Todo ha sido logrado a partir de ahorro, eficiencia y una buena planificación”. Con respecto a lo que se ha hecho en las demás provincias sobre el tema, Venegas aclaró que se ha avanzado también, y puso de ejemplo que en el pasado año hubo acciones constructivas en 625 instalaciones de subordinación local y 204 áreas de apoyo, por 12 y 30 a nivel nacional, respectivamente. Antes de hablar sobre las proyecciones para el 2018, refirió un dato revelador.
“En el Censo del 2012 teníamos en el país mil 305 instalaciones en buen estado y en enero del 2018 cerramos con 3 mil 279, lo que significa una recuperación del 60 %. Por otra parte, de las mil 362 que teníamos en mal estado nos quedan 380.
“Hace solo unas semanas inauguramos el gimnasio de fuerza para el béisbol en el Latino. En estos momentos trabajamos ya en el mejoramiento total de las escuelas de remo y canotaje José Smith Comas, y de hockey sobre césped Antonio Maceo.
Además, en el campo de tiro Enrique Borbonet, en el montaje de dos pistas de atletismo en el Estadio Panamericano (una de entrenamiento y otra para competencia).
“Asimismo, en el velódromo Reinaldo Paseiro, en el tabloncillo de los deportes de combate de la escuela Giraldo Córdova Cardín; en el salón de conferencia Adolfo Luque, en un terreno de hockey sintético en Ciego de Ávila y en la estructura para el montaje de una pantalla LED en el estadio Latinoamericano”, concluyó. Aunque cada empeño pasa por la disponibilidad de recursos del país y el cumplimiento de un plan, los pasos del organismo deportivo andan también sobre proyectos futuros, como un velódromo de madera (pronto se donarán los planos constructivos desde México).
Este renacer no solo redundará en mejores condiciones de vida y de entrenamiento para nuestros atletas, sino en resultados superiores. Esa es la clave final de esta cuenta económica.
