La más reciente obra de la compañía Rosario Cárdenas Afrodita, ¡Oh espejo!, volverá al escenario del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, a partir del jueves 22 y hasta el domingo 25.
En declaraciones exclusivas para el periódico Trabajadores, la bailarina y coreógrafa, directora del grupo danzario homónimo, explicó los orígenes de esta excepcional pieza.
“Me resultaron muy curiosas las coincidencias entre el mar y las dos islas. Siempre he sido una admiradora del arte de la antigüedad, y he estado muy cerca de la escultura y la pintura. Además —refirió— tuve la oportunidad de un acercamiento con el embajador de Chipre en Cuba, quien me facilitó muchos materiales para la concepción de la historia que se cuenta en Afrodita…”.
La mayoría de los integrantes de la compañía son jóvenes, lo cual significó “un descubrimiento para ellos; fue necesario que se llenaran de toda esa cultura y tuvieran conocimientos para una buena ejecución”, puntualizó.
Lo que varía en esta ocasión —asegura la también Premio Nacional de Danza 2013— es la madurez de los bailarines, la fuerza de las imágenes y la música quedó bien desde las funciones anteriores; eso no varía en nada, comentó. En una de las principales escenas, marcada por un intenso erotismo, Dioniso (dios del vino) convida a un juego en el que el placer y el deseo son factores determinantes en la conducta de los personajes.
Acerca de la realización de este acto la prestigiosa bailarina explicó: “Aquí todas las uvas y cañas tienen un marcado simbolismo por lo que representan. Traté de que no hubiera desigualdad ni discriminación de género, así como la independencia de la mujer recreada en Ochún”.
Desde el comienzo hasta el desenlace final, la obra constituye un juego mental para el espectador. Así lo entiende Rosario Cárdenas: “La antigüedad ha servido de espejo al arte y al hombre contemporáneo. Es un reflejo, una forma de mirarse, de manera interna y externa. De ahí el título”.