Me remonto 45 años atrás, a un momento similar al que están viviendo los colectivos laborales de todo el país. Entonces los trabajadores se encontraban inmersos en los análisis previos al XIII Congreso de la CTC. Ahora, tras la lectura y discusión de la Convocatoria a su cita XXI y como parte del proceso orgánico de la Central, se efectúan las conferencias municipales.
Si en aquellos tiempos yo hubiese sido graduada de Periodismo, tal vez me habrían dado la misión de entrevistar a Lázaro Peña para Trabajadores; sin embargo, las preguntas que entonces le hubiese podido hacer, él mismo podría responderlas hoy con lo expresado en las innumerables intervenciones que realizó en plenarias y asambleas de los más diversos sectores durante aquel histórico año de 1973, cuando el justamente llamado Capitán de la Clase Obrera cubana se entregó por entero al fortalecimiento del movimiento sindical.
Se me antoja imaginarme en un receso de una de esas reuniones acercándome a Lázaro con mis inquietudes y este, campechano y siempre dispuesto al diálogo, alentarme con su voz enronquecida y una sonrisa: “A ver, periodista, ¿qué quieres saber?”. Y como respuesta, apremiada por el breve tiempo de que disponíamos, lanzarle mi primera interrogante:
¿Qué importancia le concede a las discusiones en la base, previas al Congreso?
Al Congreso llegaremos con la discusión más amplia, más democrática que haya habido en toda la historia del movimiento sindical en nuestro país. Que la gente discuta, que la gente opine, que la gente hable. Que hablen todos los trabajadores y oírlos a todos con respeto. Discutir ideas falsas si las tienen, para rechazar esas ideas falsas. Escucharlos a todos con atención porque de todos puede venir una idea justa.
¿En su opinión, cuál es el papel que les corresponde a los sindicatos en la actual coyuntura?
Nuestros sindicatos tienen que ejercer una función de contraparte con nuestra administración. La administración enfoca las cosas con carácter administrativo, nosotros tenemos que enfocarlas con carácter sindical, ella tiene que administrar y nosotros tenemos que representar los intereses de los trabajadores como asalariados y como dueños de la producción.
Consiguientemente en ese doble carácter tenemos que actuar pero la empresa tiene que tener facultades de decidir y nosotros, el deber de alertar y de propugnar la rectificación de lo que sea erróneo, pero, al actuar, no olvidemos que no es la administración de los patronos, que es nuestra administración, hay también que cooperar con nuestra administración.
Entonces la capacitación de los dirigentes sindicales es fundamental en esta etapa…
Se habla de muchas cosas: costo, calidad, controles, asambleas de producción, de gente que sepa, etc., etc. Bueno, tenemos que aprender todo eso, ir a los consejos de dirección y no ser allí una figura decorativa, porque cuando se llega a los consejos de dirección, si no se quiere ser una figura decorativa, hay que saber de qué se trata.
¿Podría decirnos la posición de la CTC respecto al salario?
En fórmulas precisas ha de plasmar nuestro Congreso la decisión de los trabajadores de poner en vigencia el conocido principio marxista de que en la sociedad socialista ha de retribuirse a cada uno según la cantidad y calidad de su trabajo y debe exigírsele que contribuya con la sociedad de acuerdo con su capacidad.
¿Qué métodos deben caracterizar a la labor sindical?
El dirigente sindical tiene que empeñarse en aprender, tiene que decidirse a convencer; los métodos coercitivos son ajenos al dirigente sindical, su deber es persuadir, su deber es unir, su deber es ganar, su deber es convencer a todos los trabajadores y su deber es levantar la autoridad del movimiento sindical cubano. Necesita la Revolución, necesita el Partido, una organización sindical en que opinen, piensen, voten, expresen su palabra, su idea, su proposición y encuentren respeto para ella todos los trabajadores, todos los trabajadores sin excepción.
| Fuente: Miranda Fernández, Lucinda. Lázaro en el XIII Congreso. (Fragmentos de intervenciones en asambleas de discusión de las tesis del XIII Congreso de la CTC, en diálogo directo con los trabajadores, Ediciones David 2011)
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