Washington.- El Departamento norteamericano de Estado anunció este viernesque se mantendrá de forma permanente la reducción del personal de su embajada en Cuba, pese a los llamados de varios grupos a permitir el regreso de diplomáticos y funcionarios.
En un comunicado difundido hoy, la agencia federal informó que a partir del 5 de marzo entrará en vigor un nuevo plan de personal permanente, mediante el cual la embajada continuará operando con los trabajadores mínimos necesarios para desempeñar tareas consulares y diplomáticas básicas.
De acuerdo con el texto, el número de personas que quedarán en la legación será similar al nivel de personal de emergencia mantenido, tras la orden de partida dada el 29 de septiembre, cuando Washington retiró a más de la mitad de sus funcionarios con el argumento de incidentes de salud reportados por estos.
‘La embajada funcionará como un puesto no acompañado, definido como un puesto en el que no se permite residir a ningún miembro de la familia’, agregó el comunicado.
El anuncio de esta jornada se da pese a reconocerse en el propio documento que aún no existen respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de los incidentes de salud reportados por sus diplomáticos, a los que el Departamento de Estado sigue llamando ‘ataques’.
Según el texto, la decisión se debe, en gran medida, a la preocupación del secretario de Estado, Rex Tillerson, sobre la salud, el bienestar y la seguridad del personal del gobierno estadounidense, aun cuando se trata de una investigación en curso que todavía no tiene resultados concluyentes. La postura del Departamento de Estado ignora el llamado de una delegación bicameral del Congreso que visitó Cuba el mes pasado y abogó por la normalización del trabajo en la embajada en La Habana.
El grupo, encabezado por el senador demócrata Patrick Leahy, consideró un error la reducción de los funcionarios en esa legación; así como la expulsión de Washington DC de 17 diplomáticos cubanos.
Una de las participantes en ese viaje, la representante Kathy Castor (también del partido azul) le expresó a Tillerson esta semana en una carta su preocupación con la ausencia de personal en la embajada, especialmente en los servicios consulares.
La congresista lamentó el consiguiente impacto negativo en las familias, y en los intercambios educativos, religiosos y culturales, entre el pueblo cubano y el estadounidense.
Este jueves, en tanto, un grupo de 28 turoperadores y organizaciones especializadas en visitas educativas a Cuba pidió al Departamento de Estado el regreso de los diplomáticos a La Habana y cambiar la advertencia de viajes a la isla caribeña, del actual nivel tres (reconsiderar un viaje) hasta, al menos, el nivel dos (ejercicio de mayor precaución). (Tomado de PL)