Con esta divisa vivió y murió Elpidio Casimiro Sosa González.
La necesidad lo llevó a comenzar a trabajar con solo 19 años, aunque su afán era continuar estudiando.
Nació en Sagua la Grande, pero a los 20 años se trasladó a La Habana y de inmediato contactó e ingresó en las filas de la Juventud Ortodoxa. Allí conoció a lo más puro de aquella estirpe y muy pronto se unió a Fidel, Abel, Calixto García, Jesús Montané, entre otros. Luego integraron la Generación del Centenario, planearon liberar a la patria, se prepararon, se entrenaron, y decidieron la acción que daría inicio al estallido revolucionario. Vendió su plaza de dependiente gastronómico y donó el dinero a la causa.
Fue tal la confianza que Fidel depositó en él, que estuvo entre los pocos que conocían el objetivo de la acción, y junto a Abel Santamaría Cuadrado y Ernesto Tizol Aguilera partió el 14 de julio de 1953 hacia Santiago de Cuba con el objetivo de alquilar la granjita de Siboney, punto de reunión de los moncadistas.
Llegado el día de la clarinada, no titubeó.
Nació el 4 de marzo de 1929; fue asesinado el 26 de julio de 1953, tras participar en el asalto al cuartel Moncada. Solo tenía 24 años de edad.