La agricultura precisa crecer, cambiar al mismo nivel o parecido al desarrollo que está teniendo y a los recursos que se le asignan. Esa es una de las conclusiones del balance de la labor del ministerio del ramo durante el 2017. Después de una década de que Raúl Castro acuñara la frase de “Hay que virarse para la tierra”, laceran los llamados a una mayor explotación de los suelos, porque quedan muchos ociosos y otros mal explotados o de bajos rendimientos.
El saldo del 2017, es evidente: de los 30 indicadores directivos aprobados para el MINAG, se cumple 13, se incumplen 17; respecto al año anterior crecen 17 y decrecen 13. El país debe importar 800 mil toneladas de maíz, 25 mil de frijoles, y unas 500 mil de arroz. Los resultados económicos muestran un comportamiento favorable.
Es necesario cambiar la mentalidad, despojarse de justificaciones sobre el efecto de los fenómenos meteorológicos y del cambio climático, y ser más previsores. No se concibe que la mayoría de los vacunos mueran por causas asociadas al mal manejo, o se esté redescubriendo que la comida y la genética son base de cualquier ganadería; ni tampoco que las semillas de calidad hacen el 60 % de una buena cosecha.
Las nuevas transformaciones de las empresas de Acopio y Frutas Selectas fueron diana en el balance, que no provocó debate sino la exposición de los mejores ejemplos del momento, aunque saltó en la palabra del Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, el requerimiento a no seguir desaprovechando la oportunidad de suministrar todo lo que requieran los cruceros que tocan puerto cubano, y a erradicar las cuentas sin pagar o cobrar, un vicio que se ha entronizado dada la indisciplina, la falta de exigencia y la distorsión de mecanismos burocráticos, porque nadie fía cuando se compra en el mercado.
Son alentadores los ejemplos del municipio Mantua, en el extremo occidental de la isla, donde ya se producen casi todos los alimentos que demanda la población, y del Grupo Tabacuba, que le imprime una dinámica más atractiva a los puestos de labor, y logra mejores dividendos productivos y económicos.