La importancia de mantener atizada la llama del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en todos los colectivos laborales y en cada afiliado de Sancti Spíritus, está comprendida como una estrategia coherente de la organización en el territorio.
El qué y cómo hacerlo imponen encender la chispa movilizadora de los trabajadores espirituanos en tareas que impulsen el desarrollo económico y social del país y, por ende, el incremento del bienestar individual, aseveró Mercy Rodríguez Crespo, secretaria general de la CTC en la provincia.
El actual proceso de lectura y análisis de la convocatoria a la magna cita, discutida en más de mil cuatrocientos centros de la producción y los servicios de la geografía espirituana, se convirtió en combustible para recargar la flama con razonamientos muchas veces repetidos y no siempre ejecutados, como la urgencia de producir riquezas para convertirlas en salario, revertir los sucesos lacerantes de la moral, y ponderar la calidad de las producciones y los servicios.
Rodríguez Crespo exhortó a acometer labores distintivas que imbriquen a la CTC y a los sindicatos en las tareas propias de las comunidades y en iniciativas dentro de las entidades para acrecentar los ingresos.
En ese sentido, llamó a redoblar esfuerzos en la actual zafra azucarera, en la recuperación de la producción agropecuaria afectada por el ciclón y en el sector del turismo, inmerso en la temporada alta.
Esos argumentos fueron validados por Rosario Rodríguez Remós, jefa del departamento de Relaciones Internacionales de la CTC nacional, quien reconoció la relevancia de accionar desde la base como eslabón imprescindible para desmostar la unidad entre los trabajadores cubanos, la central obrera y los sindicatos.