En época muy temprana ─agosto de 1961─ el Comandante Ernesto Che Guevara abrió una puerta que nunca más se ha cerrado, al informar de la necesidad de que los técnicos y obreros debían fabricar las piezas y equipos que escaseaban en las industrias del país y definió como consigna de la campaña: “Construya su propia máquina”.
A la luz del tiempo la afirmación mantiene total vigencia, porque esa necesidad se ha acrecentado por las razones conocidas: bloqueo del gobierno de los Estados Unidos, carencias financieras en moneda libremente convertible, desaparición de campo socialista…
Y no se trata solo de construir una máquina, dada la complejidad de ese empeño, sino de mantener activas las existentes en cualquier centro de los diversos sectores de la economía. En ese sentido, la labor de los innovadores y racionalizadores, organizados en su Asociación Nacional (Anir), ha sido y es decisiva.
Por tal motivo, el Lineamiento 105, aprobado en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), plantea: “Actualizar las vías existentes y definir e impulsar otras, para estimular la creatividad de los colectivos laborales de base y fortalecer su participación en la solución de los problemas tecnológicos de la producción y los servicios…”. La Convocatoria al XXI Congreso de la CTC, cuyo proceso orgánico se desarrolla en todos el país, exhorta a apoyar el movimiento anirista y al uso oportuno de los resultados científicos y tecnológicos.
Mejores resultados
Al respecto, Tairí Lizano de Armas, vicepresidenta de la Anir, fue enfática al afirmar que a ese evento “debemos llegar con mejores resultados de manera integral”, lo que significa en la práctica, solucionar los problemas que se presenten en cada fábrica, taller o centro laboral, a fin de mantener de manera ininterrumpida la producción y los servicios a pesar de la escasez de piezas de repuestos y otros insumos; propiciar la elevación de la productividad, la eficiencia y el ahorro, y garantizar la motivación de los aniristas y la estimulación correspondiente, de acuerdo con lo establecido en la Ley número 38.
Carlos Pedraza Quintero, presidente del Comité de Innovadores y Racionalizadores (CIR) del central azucarero Antonio Sánchez, de la provincia de Cienfuegos, consideró que en cada entidad del país deben estar muy conscientes del porqué y para qué se creó al Anir. “Hay que buscar en la historia”, afirmó y agregó: “Mantener activos los equipos y la maquinaria en cualquier lugar es una tarea de la Revolución.
“Las administración tienen que conocer el reglamento que guía nuestro trabajo. El director debe ser un innovador más. Tenemos que ganar protagonismo, no podemos funcionar mecánicamente. Hemos avanzado, pero no todo lo suficiente. Hay que evitar que los aniristas estén disgustados”, apuntó.
Lamentablemente, existen direcciones administrativas que violan lo legislado a favor de la labor de los innovadores y racionalizadores y el accionar en ese sentido aún no resulta suficiente para erradicar ese problema. Julio Antonio Breto Despaigne, miembro del buró nacional de la Anir, criticó a las entidades que tienen centralizadas la evaluación de las soluciones y aportes para la remuneración correspondiente a los autores, desconociendo la potestad que le corresponde a las unidades empresariales de base (UEB), y otras que a pesar de la insistencia y las exhortaciones realizadas no gratifican financieramente a los aniristas como lo establece la Ley 38. “Hay que intensificar la realización de las inspecciones por parte de la Asociación, con la autoridad que nos atribuye lo que está normado, e informar a las instancias correspondientes para que adopten medidas con quienes violan lo establecido”, señaló.
El cemento no fragua
En innumerables ocasiones he escuchado la afirmación de que la empresa mixta Cementos Cienfuegos S.A, encargada de dirigir la fábrica Carlos Marx, de Cienfuegos, no efectúa el pago remunerativo a los aniristas, y sus directivos solo han hecho promesas incumplidas a la postre.
Leonel Colina, presidente del CIR en esa entidad, explicó que ahora la dirección administrativa argumenta la inexistencia del plan temático para el trabajo de los innovadores y racionalizadores, pero es a ella la que le corresponde confeccionarlo.
“Sin embargo, no se ha dejado de solucionar problemas, sobre todo en los mantenimientos. Ese asunto, que persiste desde hace demasiado tiempo, ha sido analizado en los consejos de dirección, pero nada se ha resuelto. Los más afectados son los trabajadores”, alegó.
En ese caso se viola la Ley 38 y también la 118, del 2014, de la Inversión Extranjera.
Otras tres entidades de esa provincia tampoco evalúan y retribuyen a los aniristas: UEB Ferrocarriles y las direcciones municipales en Cienfuegos de Educación y Servicios Comunales. Amparo Chongo González, presidenta del buró provincial de la Anir, explicó al respecto que no obstante, en ellas se ha avanzado para aplicar debidamente lo legislado y deben tener solucionado definitivamente ese problema antes de finalizar el primer trimestre del año.
Como ha definido el buró nacional de la Anir, el XXI Congreso de la CTC será motivación esencial para continuar fortaleciendo el funcionamiento de las organizaciones de base en función del ahorro, la fabricación y recuperación de piezas de repuesto, la sustitución de importaciones, el incremento de la productividad del trabajo y la defensa del país, así como para favorecer el aseguramiento de la estimulación oportuna a los que más aporten y se destaquen y se fortaleza la participación en las soluciones de los problema tecnológicos de la producción y los servicios y la promoción de formas productivas ambientalmente sostenibles.