“Ayuda para proteger nuestros pies”, solicita Jorge Alejandro Infante Verdecia, en nombre de sus compañeros del Taller Integral de Maquinado, perteneciente a la unidad empresarial de base Cristino Naranjo, del municipio holguinero de Cacocum.
La variación en la nomenclatura los hizo bajar en la escala salarial y perdieron el derecho a los zapatos de protección, algo incomprensible, pues continúan sometidos a iguales riesgos debido a que realizan la misma tarea, con materiales de todo tamaño y peso.
¿Acaso el cambio de palabras garantiza el cuidado de los pies?, pregunta. Además, Jorge asegura que esos medios fueron concedidos a trabajadores que no los requieren. “Se nos privó de algo tan elemental para nuestra seguridad. Ojalá que la solución llegue a tiempo y los pies sigan siendo parte de nuestro cuerpo”, concluye.