La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) reafirmó su solidaridad con la Federación Sindical Mundial (FSM) ante la actitud del Gobierno estadounidense de denegar la visa a George Mavrikos, secretario general de esa organización.
Tal decisión constituye una flagrante violación del derecho a la libertad sindical de una organización internacional reconocida por las Naciones Unidas, con plena potestad para reunirse con sus afiliados y participar en los eventos organizados por la ONU, dice la CTC. La central sindical cubana afirma que una vez más el Gobierno de Estados Unidos, con su política injerencista y de agresión contra organizaciones antimperialistas, progresistas y clasistas, trata de demostrar su poderío contra los trabajadores y en particular contra sus legítimos líderes.
Para ello, añade, bloquea su participación en escenarios que podrían conllevar el fortalecimiento de la conciencia de la clase obrera a lograr la unidad de la clase trabajadora y a buscar alternativas para seguir la lucha contra las potencias que pretenden socavar al movimiento sindical clasista a nivel mundial.
Al repudiar tan injusta e ilegal medida contra la FSM, la CTC afirma que el pueblo, el movimiento sindical y los trabajadores cubanos, que sufren un brutal bloqueo económico, financiero y comercial por ese Gobierno desde hace más de 55 años, también han denunciado la privación de visas a cientos de cubanos —trabajadores, científicos, deportistas, artistas, médicos, líderes sindicales y de otras organizaciones—, negándoles la posibilidad del intercambio entre nuestros pueblos y naciones.
Por tales razones la central clasista cubana se une a la protesta de la FSM y de sus organizaciones miembros, y exige al Gobierno de los Estados Unidos que permita la entrada a ese territorio del Secretario General de la FSM. Estas acciones arbitrarias, agrega el comunicado, solo engrandecen nuestra lucha por la justicia social, por defender los derechos de la clase trabajadora y del movimiento sindical clasista, y por seguir la batalla contra el capitalismo, el imperialismo norteamericano y su afán por eliminar todas las fuerzas progresistas del planeta.
Al reiterar su apoyo militante a la denuncia de la FSM contra el gobierno de Trump, la CTC reafirma que “seguiremos, junto a ella, defendiendo los legítimos derechos de una organización que desde 1945 ha estado en la primera línea de combate en defensa de los trabajadores y trabajadoras del mundo”.