“Lo más importante de los trabajadores de la cultura es el compromiso con la Patria, y que cada uno de nosotros se pregunte qué estoy haciendo por el mejoramiento de mi Patria, porque no es hablar, si no hablar desde el ejemplo.” Con su intervención la escritora María Liliana Celorrio puso el pie forzado en la Primera Conferencia del Sindicato de Cultura en el municipio de Las Tunas, previa a similar evento nacional, previsto para septiembre del actual año en La Habana.
Esa, y otras de sus reflexiones, abrieron cauces a un grupo amplio de intervenciones que develaron el reconocimiento de la responsabilidad presente y futura de este sector en defensa de la identidad nacional ante los desafíos que impone la globalización neoliberal.
Dalgis Román, de la sección sindical Tunasvisión, ilustró la impronta de artistas y escritores en el universo simbólico social: “Si queremos volver a vivir el estremecimiento del asalto al cuartel Moncada hay que leer el poema Ya estamos en combate; o, de esos días difíciles y heroicos de nuestro pueblo en Girón, volver a leer La elegía de los zapaticos blancos”.
También habló de la historia local, del Mayor General Vicente García y el imperativo de continuar vindicando su figura, y fustigó la predisposición de ponderar valores foráneos, aunque sean del país, en detrimento de lo local, para reafirmar que la defensa de la identidad nacional comienza por el “patio”.
De manera unánime, los delegados asumieron la necesidad de andar por esos derroteros para preservar el patrimonio, tangible e intangible, como desafío del movimiento sindical para que la Cultura mantenga en alto la definición de su papel como escudo y espada de la nación, otorgado por Fidel.
Por supuesto, reafirmaron, que materializar ese objetivo precisa de un sindicato con liderazgo, presto a convocar, organizar y representar bien a todos los trabajadores, en lo que es imprescindible el buen funcionamiento orgánico.
Es cierto que sobre su quehacer pesan obstáculos como el mal estado constructivo de inmuebles, y problemas en las condiciones de trabajo, en la atención al hombre, de salario y estimulación moral y material, entre otras cuestiones que reclaman la intervención sindical y administrativa, porque esa comunión hará más fuerte el escenario laboral, donde actúan cotidianamente artistas, escritores, periodistas, músicos y todo el personal de apoyo.
Entonces, no podrán faltar soluciones, cuando objetivamente sean posibles; ni respuestas oportunas y convincentes a cada reclamo, actuación que permitirá construir un entorno laboral agradable, atractivo que genere y reafirme el sentido de pertenencia.
El sindicato y la administración tendrán que resolver definitivamente los impagos a los músicos y seguir buscando alternativas de empleo, fundamentalmente en los centros de la Gastronomía que, por ahora, les han cerrado las puertas.
Están claras las expectativas, satisfechas e insatisfecha, pero prevalece el sentido de responsabilidad histórica con el modelo económico y social, y el papel de la Cultura es su edificación.
En la conferencia, colofón del proceso a ese nivel en Las Tunas, fueron electos el Buró Municipal, encabezado por Clarisbel Téllez Vargas; los delegados a la Conferencia Provincial y los candidatos a delegados al evento nacional.