Guadalajara.- Desde muchos antes del juego entre los Alazanes de Granma y las Águilas Cibaeñas, la afición mexicana pedía un triunfo para el equipo cubano, pues era la única forma de mantener con esperanzas de avanzar a semifinal de la Serie del Caribe al equipo de casa, Tomateros de Culiacán, el cual enfrentaría al conjunto quisqueyano en la última fecha y de ganarles obtendría el boleto.
Pero nada de lo anterior sucedió y a pesar de que el público respaldó en todo el partido a la tropa que dirige Carlos Martí, el marcador final sonrió a los de la tierra del merengue 7-1. Las preguntas sobre el tema en la conferencia de prensa no se hicieron esperar y así le cuestionaba un colega de la prensa tapatía.
La afición de México tenía mucha esperanza en que ustedes pudieran ganar para darle vida a nuestro equipo. A la salida del estadio varios aficionados decían que quizás como Cuba estaba clasificado no puso el extra. ¿Qué le diría esa gente?
Sin perder la compostura, pues de una manera muy sutil la interrogante deslizaba un posible “arreglo” en función de sacar del evento a la escuadra local (algo que quizás ocurra en alguna liga beisbolera de México), el timonel granmense tomó el micrófono y dejó sellada cualquier tipo de dudas.
“Nosotros no entramos a jugar pensando en el equipo de México, sino pensando en el equipo Cuba. Y siempre que salimos a un terreno lo hacemos con el objetivo de ganar. Hoy hicimos la estrategia de pitcheo diferente porque, como es lógico, tenemos nuestras ideas respecto al cruce final, pero jamás le íbamos a regalar el partido a Dominicana”.
Acto seguido, como para descartar de una vez y por toda la intención solapada de la pregunta, continuó explicando. “Los Alazanes salieron hoy con el mismo espíritu de victoria que nos ha hecho doble campeones nacionales en Cuba y nos trajo hasta aquí, y con el mismo espíritu con que ganamos los dos primeros juegos. Si no pudimos triunfar fue porque valoramos la calidad del pitcheo contrario, pero nosotros, los cubanos, no hemos sido ni seremos nunca partidarios de arreglar o regalar ningún resultado”.
Sobre el cambio de Vladimir Baños tan temprano, en función de preservarlo para un quinto juego semifinal o final, el timonel cubano comentó a la prensa acreditada que “la salida después del primer tercio se había analizado por parte del colectivo técnico antes de empezar el juego. Calculamos que hiciera un trabajo entre 45 y 50 lanzamientos y después utilizar otros pitcheres, porque él es uno de los principales del staff nuestro.
Asimismo adelantó que eso mismo sucederá este martes con el abridor Ulfrido García, a quien piensan utilizar con la misma metodología y para darle paso a otros lanzadores del bullpen, pues “lo principal para nosotros es el partido del cruce, para el cual queremos tener a todos los lanzadores de primer nivel listos”.
Sobre la situación de Alfredo Despaigne y su posible retorno a la alineación aseguró que “le dimos hoy un turno al bate para que vaya ajustando y pensamos darle uno dos más contra Puerto Rico para que luego en la semifinal y final pueda ayudarnos y aportar”.
A la rueda de prensa fueron invitados también Roel Santos y el capitán Carlos Benítez. En el caso del primero reconoció que ha crecido mucho como pelotero tras su paso por el béisbol profesional japonés “regresé con la mentalidad de ayudar a mi equipo a ganar el campeonato y lo hicimos. Ahora la meta es ganar la Serie y llevar el trofeo para Cuba. En cada acción de juego estoy dando lo mejor de mi para motivar al equipo y llegar a la victoria”.
Finalmente, Benítez explicó lo difícil que se hizo Bryan Evans a todos los bateadores cubano, que antes de este cotejo bateaba 322 y salió del partido con 284. “El pítcher combinó muy bien los lanzamientos, utilizó el cambio con efectividad y rompía el tiempo a los bateadores estelares como Cepeda, Gracial,
“También después te combinaba con la curva y cuando tú estabas esperando un lanzamiento te tiraba una recta de 92-93 millas que cruzaba a los bateadores. Hizo un gran pitcheo. Mis felicitaciones para él”, concluyó.