Pocos son los que lo llaman Doctor o profesor. La mayoría de los que se le acercan lo nombran, simplemente, Eusebio. No se trata de irrespeto, al contrario, la empatía en el trato refleja el agradecimiento popular a quien ha dedicado la mayor parte de su vida a engrandecer de todas las formas posibles a La Habana, a Cuba y a su historia.
Quizás honrando el tiempo que decidió entregar a una causa mayor, la de la restauración, recuperación y conservación del patrimonio del centro histórico de la capital cubana; ese tiempo que ya le anunció que la vida es un momento, se realizó hoy el Panel Homenaje a Eusebio Leal Spengler, como parte de las actividades por la 27 Feria Internacional del Libro.
Un espectáculo coreográfico a cargo de Danza Teatro Retazos dio inicio al panel que tuvo lugar en la Sala Nicolás Guillén de La Cabaña y que estuvo integrado por prestigiosos intelectuales que se han encontrado durante años junto a Leal Spengler o han seguido fielmente su vida y obra. Tal es el caso de la Dra. Araceli García-Carranza, quien hasta la fecha ha compilado la biobibliografía casi completa del historiador y sobre quien expresó: “Casi todos los que estamos aquí, así como los que no, ven en Eusebio a un ser excepcional”.
Por su parte, el joven profesor Félix Julio Alfonso López halagó la tenacidad incansable que durante años ha mantenido Leal, condición indispensable para llevar adelante la inmensa obra de la restauración y para hacer que a la altura del siglo XXI todavía se cuente con una Oficina del Historiador pujante y cargada de trabajo.
Asimismo, la Dra. Ana Cairo Ballester nombró a Eusebio heredero de la tradición humanística revolucionaria y ejemplo vivo de ella; hijo ilustre de un humanismo que pretende mejorarlo todo, desde lo material hasta el propio espíritu, en la búsqueda y apreciación constante de la belleza.
De la misma manera, el Director de la Biblioteca Nacional, Eduardo Torres-Cuevas, otro “amigo entrañable”, como el mismo Leal lo calificara, recordó momentos de la niñez y la juventud de esa generación a la que ambos pertenecen y a la que le tocó construir y reconstruir la revolución.
Finalmente, Eusebio Leal agradeció a todos los presentes por los cumplidos y apuntó que le tocaba, entonces, hablar mal de ese personaje que se ha construido y que ha transitado hacia donde la marea de la revolución lo ha llevado.
Al finalizar el panel, a nombre de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, se le entregó a Eusebio el sello conmemorativo “Antonio Bachiller y Morales”, en homenaje al ese que, al decir de Fina García Marruz, cuando lo olviden los hombres todavía lo recordarán las piedras. (Tomado de cubadebate.cu)