(…) Al Alma Mater se le debe una deidad, como la virgen de la caridad, llevó el soldado, que en la guerra le puso al cuello, su mamá. Y el Alma Mater, entre idilio y escasez, salvando de la estupidez a sus muchacho y muchachas (…)
Como ya es tradición, este sábado se celebró en La Universidad de La Habana (UH) El Festival de la Ciencia, un evento que pretende incentivar en los niños y jóvenes el interés por estudiar en la alta casa de estudios.
Carlos Ramírez, responsable de investigación de la Federación Estudiantil Universitaria, explicó a Trabajadores que este espacio se creó para dar a conocer a las nuevas generaciones todo lo que se puede aprender en las diferentes facultades.
“De cierta manera aquí se intenta despertar o desarrollar la orientación vocacional, pues nuestra mayor motivación es que los infantes que hoy nos visitan de la mano de sus padres, regresen dentro de unos años como estudiantes”; señaló el futuro químico.
En la plaza central de la UH cada facultad preparó un stand, dónde le mostraban a los presentes esas “maravillas” que se aprenden en las aulas de la Universidad. Y, aunque el evento no es competitivo, cada especialidad luchaba con sus mejores armas para atrapar la atención de los príncipes enanos, de cuyos rostros emanaba la particular mezcla de asombro y alegria.
“Considero que este tipo de actividades tiene una importancia capital para acercar a los niños y jóvenes a la educación superior, además, es una manera de robustecer la opinión pública sobre el mundo profesional en Cuba”, sentenció José Antonio Baujín, director de la Editorial de la UH, que en este escenario colocó a disposición del público alrededor de 90 ejemplares entre libros y revistas.
Conocimiento y diversión se combinaron esta mañana en la Universidad de La Habana, que hoy abrió sus puertas para señalar el camino a quienes quieran ascender la gran escalinata que conduce a la satisfacción de poder exhibir un título universitario.
