Las adversas condiciones meteorológicas no impidieron la celebración, el viernes último, de los aniversarios 165 del natalicio del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y el 79 de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), auspiciadora, junto al periódico Trabajadores y al Centro Cultural Museo Palacio de los Torcedores, del espectáculo Fiesta en Cayo Hueso III, inicialmente pensado para un escenario habilitado en el segmento de la calle donde radica esa institución —San Miguel y Márquez González— y que antes de la hora de inicio, fue trasladado, a causa de la lluvia, para su sala teatro.
La velada, que devino alegre preámbulo a la reunión del 104 Pleno de la CTC, contó con la presencia de Ulises Guilarte De Nacimieno, miembro del Buró Político y secretario general de la CTC; así como integrantes del Consejo Nacional de la CTC, entre ellos miembros de su Secretariado.
Asistieron además, Nuria Coballes Coba, funcionaria del Comité Central del Partido; René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba; Eugenia Eiriz, viuda del célebre bailarín español Antonio Gades y directora general de la Fundación que lleva el nombre del también coreógrafo; asimismo de esa entidad asistió Stella Arauzo, su directora artística. Todos elogiaron la calidad, variedad y buen ritmo del programa de presentaciones concebido y dirigido cada enero, con motivo de las efemérides, por el colega y crítico Jorge Rivas Rodríguez, director artístico del Palacio de los Torcedores y jefe de la redacción cultural de nuestro periódico, quien convoca a prestigiosas figuras y agrupaciones de la música y la danza, las cuales se unen a este proyecto para ofrecer lo mejor de su arte, de forma altruista y desinteresada, a los vecinos del barrio de Cayo Hueso.
Sorprendentemente articuladas estuvieron las voces de los jóvenes integrantes de la Academia de Canto Mariana de Gonitch, que dirige el maestro Hugo Oslé. Ellos interpretaron sus hermosas versiones de Cabalgando con Fidel, de Raúl Torres; Girón, la Victoria, de Sara González; Guantanamera, de Joseíto Fernandez, con versos de José Martí; y Cuba, qué linda es Cuba, de Eduardo Saborit.
A ese conmovedor momento le siguieron los muchachos del Ballet Español de Cuba (BEC), cuyo desempeño en las coreografías Bolero de Rabel, Martinete y Fin de fiesta, especialmente acopladas para esta ocasión por el afamado maestro Eduardo Veitía, provocaron éxtasis entre el público, que colmó el suntuoso coliseo ubicado en uno de los sitios más emblemáticos en la historia de las luchas de la clase obrera cubana.
Al concluir la profesional entrega del BEC, Ulises Guilarte De Nacimiento y Nuria Coballes Coba, en homenaje póstumo a Gades y a sus inolvidables huellas en la cultura nacional, entregaron ramos de flores a Eugenia Eiriz y a Stella Arauzo.
A continuación, el cantautor Gerardo Alfonso ofreció su música en rememoración de los aniversarios de Martí y de la CTC. Sus ya clásicas interpretaciones Esa buena mujer, Sábanas blancas y Son los sueños todavía, recibieron cerradas palmas de los presentes.
La actuación fue seguida por las vibrantes notas de Mariachis Habana, escuchadas desde su atractiva entrada al salón hasta el escenario, donde a través de los excelentes registros vocales regalaron los populares temas La Lupe, de Juan Almeida; La media vuelta y El Rey, ambas de José Alfredo Jiménez; piezas secundadas por los espectadores, quienes las ovacionaron.
Esperados fueron los simpáticos chicos de la Charanga Latina, una de las agrupaciones más sonadas de Cuba , y aclamada en diferentes países. Caracterizados por la férrea disciplina y la formación que han asimilado del reconocido maestro y director de la agrupación, Enrique Álvarez, irrumpieron en la sala teatro con su singular gracia y estilo, para incitar el movimiento del auditorio al ritmo de sus números No me digas que no (La sirenita); Qué vamos hacer y Cómprate un piano. Vale enfatizar el interés y la colaboración del joven y competente productor de la banda, Yunier Pavón Kindelán (Choco).
Memorable noche no solo agradecida por toda la concurrencia —entre ella numerosos vecinos de Cayo Hueso— y en la que no puede dejar de reconocerse la excelente conducción del espectáculo a cargo de José Mejías; así como el imprescindible apoyo de la Empresa Logística del Arte, que dirige el maestro Quique Martínez, así como de los laboriosos integrantes de la esfera ideológica de la CTC y de los trabajadores del Centro Cultural Museo Palacio de los Torcedores, que dirige Ramón Vichot Domínguez, impaciente artífice de las extraordinarias transformaciones experimentadas en esa institución en las últimas semanas.